Hasta Meghan Markle tiene "un pasado"... |
El tiempo pasa y no lo hace en balde. Las personas evolucionamos o, al menos, deberíamos hacerlo; hasta las que con más empeño nos aferramos a la adolescencia perdida acabamos por madurar, aunque no queramos.
En ese cambio hacia la madurez (en un sentido más intelectual que físico), nos podemos encontrar con que las prendas que pueblan nuestro armario ya no nos representan. No nos sentimos nada identificadas por nuestro estilo actual y toca hacer algo para corregir ese desajuste. Pero no es fácil.
Lo que suele pasar en estos momentos de la vida es que, quizá conservamos la misma talla desde hace años, por lo que es frecuente que tengamos un montón de ropa en buen estado que no está para ser desechada. Además, temporada tras temporada, nos la probamos, vemos que nos sigue sentando bien, en cierto modo nos gusta, y acabamos por devolverla al armario. Pero a la hora de vestirnos no nos apetece nada, así que resurge la paradoja del guardarropa femenino: "Tengo montañas de ropa y nada que ponerme".
¿Y qué podemos hacer en una situación como esta? Y más en épocas de crisis, en las que puede que nuestra economía no esté muy boyante, por lo que se impone ser prudentes y comprar con cabeza (algo que deberíamos hacer siempre).
Pues bien, hay algunos truquillos que requieren mínima inversión y que nos pueden ayudar a hacer esa necesaria transición hacia un estilo más depurado y adulto, amortizando al máximo nuestro armario.
EMPIEZA POR LOS PIES
Puede que yo no sea muy imparcial, porque me pirran los zapatos. Me encantan de mil tipos distintos, y admito que tengo muchos más de los que necesito. Pero oye, se conservan bien, son intemporales y, cuando menos me lo espero, vienen a mi rescate.
Así que soy una convencida del poder de un calzado adecuado. Siempre lo he pensado: da mejor resultado un look anodino con unos zapatos fabulosos que un vestido sensacional con un calzado fallido. Y, por si fuera poco, es un elemento que dura más, por lo que siempre será una mejor inversión.
Por otro lado, pocas cosas marcan tanto el estilo de una persona como el calzado. Si te sientes cómoda con los zapatos que llevas, te notas más segura de ti misma. Así que el paso previo para definir nuestro nuevo estilo, antes de renovar de cabo a rabo nuestro vestuario, es buscar un estilo de calzado que nos identifique en nuestra nueva etapa.
Porque, piénsalo: el estilo en la ropa, al menos en el ámbito informal, no cambia tanto con la edad. Mujeres de todas las generaciones siguen recurriendo al socorrido conjunto de vaqueros y camiseta o jersey. Sin embargo, el efecto es diferente. En parte porque obviamente nuestro cuerpo y nuestra cara no son los mismos, en parte porque los complementos elegidos son más maduros, y ese estilo se contagia al resto del look.
Para encontrar tu nuevo estilo ideal, es necesario que te desprendas de los prejuicios. Vale, te has pasado la vida calzando el mismo tipo de zapato de diario, de vestir y deportivo, pero eso no significa que sea el que mejor te va. Pruébatelo todo a discreción, con la mente abierta, y analízate de forma objetiva.
Con los zapatos suele ocurrir que algunos no nos dicen nada en la mano, pero puestos te hacen derrochar estilo, así que no te limites. Eso sí, busca calzado de calidad (no necesariamente caro, pero de buenos materiales y buena factura), porque aparte de hacer mejor uso de tu dinero, tu aspecto general te lo agradecerá.
Algunos detalles que te pueden ayudar a encontrar un estilo más adulto son las formas estilizadas (puntas, tacones), remaches metálicos, empeines más escotados, formas más femeninas, diseños más originales y colores menos infantiles.
No hace falta que uses tacón si no es lo tuyo, por supuesto. Además, no son adecuados a todas horas. Pero sí te ayudará apostar por diseños más estilizados.
Y un día, Anine Bing diseñó los botines perfectos |
OTROS COMPLEMENTOS
Por supuesto, si vamos a todos lados con una mochila juvenil o un bolso de tela de estampados estridentes, nos va a costar dar el paso a un estilo más acorde con nuestra nueva forma de ser, así que toca actualizar el bolso.
Busca uno de color combinable y que reúna todo lo que te gusta, pero con sobriedad. Cuando nos hacemos mayores es normal sacrificar la variedad por la calidad, así que es mejor que elijas un bolso genial y de buena calidad antes que tener mil pingos de telas de colores.
Lo mismo ocurre con el resto de complementos, como pueden ser los cinturones. Un par de piel bien elegidos y combinables harán maravillas en tu estilo. Busca diseños con los que te sientas identificada. Si tu ropa se va volviendo más sobria con la edad, los detalles serán lo que te ayuden a destacar tu personalidad.
APARCA LOS COLORINES BÁSICOS
Esta es una opinión muy personal, claro, pero creo que los colores primarios encajan mejor en las guarderías que en un armario adulto. No hay más que recordar cómo vestían los componentes del grupo Parchís. Obviamente, ya no visten así (el otro día vi una foto de ellos en la actualidad y me quedé en shock. ¡Cuánto tiempo ha pasado!)
Los colores básicos y chillones nos identifican más con la infancia, así que, si no es lo que buscas, ya sabes lo que toca.
No se trata de que a partir de ahora vayas vestida de gris, negro, azul marino y beis, sino de que uses colores en tonos más matizados. Te favorecerán muchísimo más y te verás mejor representada por tu ropa.
Como tampoco es plan de donar toda tu ropa de colorines y quedarte con cuatro cosas, puedes seguir usando los colores primarios si los combinas con acierto: por ejemplo, si los reservas para la prenda de abajo y eliges prendas más neutras cerca de la cara. O si llevas un top muy colorido con vaqueros oscuros y complementos más sofisticados.
Alexa llevando colores de una forma magistral |
HUYE DE LAS PRENDAS AJUSTADAS
A excepción de los vaqueros (que se pueden llevar de muchos cortes diferentes), las apreturas deberían ir desapareciendo de nuestro armario a medida que ganamos en madurez. No se trata de llevar túnicas, sino de cambiar "ajustado" por "entallado": algo que se ciña a tu figura pero sin apretar.
Y, sobre todo, huye de las prendas elásticas, a menos que vayas a hacer deporte. Este detalle te permitirá conservar más o menos el mismo estilo que siempre te ha gustado pero con un toque más depurado.
Como transición puede ser buena idea dejar las prendas ajustadas para llevarlas debajo de otras que disimulen tanto apretujamiento. Por ejemplo, una camiseta elástica de tirantes la puedes llevar con un pantalón más suelto, de estilo masculino, y un chaleco abierto. O bajo un cárdigan.
Eso sí, si de verdad buscas un estilo más maduro y sofisticado, nunca, nunca vayas ajustada de la cabeza a los pies.
A nadie se le escapa lo mucho que mejoró Victoria Beckham cuando aparcó las apreturas |
MUESTRA LOS TOBILLOS
Este es un truco muy tonto y muy sencillo, pero que mejora considerablemente cualquier conjunto que lleves. Un par de vueltas al bajo del pantalón te dará un toque más moderno, lucirá mejor tus zapatos, y mejorará automáticamente tu estilo. Más fácil imposible. ¡Y sin gastar un euro!
INVIERTE EN MEDIAS
Hay pequeños detalles que pueden ayudarnos de manera muy efectiva a cambiar de estilo, como son las medias. Y, además, cosas así siempre son una buena inversión.
Si te encanta llevar mucha fantasía en la ropa y no quieres perder esa parte de tu estilo, pero necesitas cambiar un poco de nivel, apuesta por medias oscuras y calzado del mismo color. Un pequeño toque de sobriedad que te ayudará a depurar tu estilo alegre sin perder tu esencia.
Ya sabes, el festival de colorines no es la mejor opción para alcanzar un estilo más maduro, a menos que estés nadando en la abundancia y te puedas permitir llevar prendas carísimas de diseñadores. Pero para la ropa low cost, que es la que manejamos la mayoría de nosotras, es mejor usar los colores impactantes en pequeñas dosis.
AÑADE UN PAR DE CAMISETAS BÁSICAS
A veces, una tontería como esta puede arreglar de un plumazo gran parte de tus problemas estilísticos y combinatorios. Ya sé que la camiseta blanca parece el Santo Grial, de tanto como se aconseja, pero es que queda bien con todo y, con lo poco que cuesta encontrar una (tanto en esfuerzo como en dinero), es una pena no intentarlo, ¿no crees?
De hecho, si analizas el estilo de algunas celebrities que destacan por su buen gusto, te darás cuenta de que recurren mucho a ella y dejan los experimentos para el resto de prendas.
Si es que con una camiseta blanca ¡es difícil equivocarse!
Así que, quizá lo único que necesitas es tener una buena camiseta blanca, otra gris y otra oscura (el color que mejor te siente).
Keri Russell, perfecta con muy poco |
COMBINA DE MANERA DIFERENTE
Y, por último, el consejo más útil de todos: si buscas resultados distintos, cambia la forma habitual de hacer las cosas.
Nadie puede acusar a Alexa de no arriesgar, aunque no siempre acierte |
A veces el problema no está en la ropa que tenemos, sino en cómo la combinamos una y otra vez. Abre tu mente y analiza bien cada una de las prendas de tu armario. Busca nuevos conjuntos jugando con los complementos y los colores. Haz mezclas arriesgadas. A lo mejor ese vestido que ya no te convence porque te parece ñoño, de pronto te encanta al verlo con tus botas cowboy y ese cárdigan otoñal.
Quizá un simple cinturón cambia por completo esa falda, o encuentras la forma de llevar esa camiseta arriesgada combinándola con un pantalón masculino y una chaqueta de cuero.
En fin, prueba y dale oportunidades a tu ropa, porque si te sienta bien y aún tiene algo que te gusta, es posible que pueda tener cabida también en tu nuevo estilo.
¡Que te diviertas! ;)
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