¿Qué tiene de especial Alexa Chung?

Lo sé, lo sé. Ya sólo con nombrar a Alexa Chung, se desencadenan las opiniones a favor y en contra. Hay quien piensa que su estilo es un horror y un despropósito, y hay quien opina que sabe imprimir su interesante toque personal se ponga lo que se ponga. Pero lo que está claro es que no existe el término medio cuando se trata de ella.

En mi caso, reúno las dos opiniones: a veces la veo y pienso que se le ha ido la cabeza, y que viste como si hubiera asaltado el armario de su abuela, pero en cambio otras me encanta cómo va, y creo que tiene un estilo muy especial que resulta atractivo aunque no tengo muy claro por qué.

Y ese misterio es el que me he empeñado en desentrañar: qué tiene Alexa que tanto me gusta y que hace que siempre sienta curiosidad por saber qué ha elegido para tal o cual aparición. Porque al final en mi balanza pesa más lo bueno de su estilo que las muchas meteduras de pata que sin duda tiene.

Así que al lío: ¿por qué me resulta tan inspiradora?

Para mi gusto, Alexa engancha porque tiene la habilidad de transmitir sensación de comodidad: parece cómoda en su piel y en su ropa, y se le ve segura aunque lleve encima un auténtico despropósito. Eso es algo que me encanta, y una cualidad que me gustaría adquirir para mí misma.

Por otro lado, aun cuando parece ir hecha unos zorros, siempre lleva un maquillaje cuidado, las uñas arregladas y algún toque que transmite que se ha preocupado de añadir algo de encanto a su look.

Admiro la capacidad de Alexa Chung para experimentar y combinar todo lo combinable, e incluso lo que parece no serlo. Tiene una rara habilidad para hacer que funcionen las mezclas más raras. Supongo que es una acertada fusión entre su personalidad, su aspecto y su elección de ropa y complementos.

Como convencida del reciclaje que soy, me encanta ver que no tiene el clásico aspecto de la gente que siempre está de estreno. Su ropa parece sacada de su propio armario y acumulada a lo largo de los años. Tiene un estilo muy personal, y la valentía para presentarse a cualquier tipo de evento con la ropa que tiene disponible en su armario. Ésta es, para mi gusto, su característica más destacable: la veo muy cercana. Es como si fuera capaz de ir al más exclusivo de los eventos con ropa sacada de mi propio ropero, y en mi opinión, sus elecciones funcionan.

Es imprevisible y muy variada: se atreve con vestidos, vaqueros, faldas, trajes, jerséis de punto... Y todo vale para cualquier ocasión. No se pone límites y no se ajusta al look que se espera para según qué tipo de eventos, es decir, el consabido vestido largo y ceñido, con escote espectacular y tacón vertiginoso. En su caso, nunca sabes cómo va a aparecer, pero siempre tiene algo que resulta atractivo.

Huye de lo típico: usa zapatos de tacón bajito, no lleva escotes, es enemiga de las apreturas y los tejidos elásticos...

Está claro que no sigue las tendencias, sino que va a totalmente a su aire. Es más, crea tendencia; y aunque va por libre, mantiene la coherencia. No es de las que aparecen un día en plan mujer fatal, otro día como un vagabundo y otro como una niña pija. Todas sus elecciones tienen un elemento común, aunque no sé cuál es, pero está claro que ese elemento es lo que llamamos "estilo propio".

Además, ahora que se ha dado cuenta de que el flequillo es lo que mejor le va, la veo monísima la mayoría de las veces. Y qué queréis que os diga: se equivoca muchas veces, pero cuando acierta, ACIERTA.

Personalmente, me estoy fijando mucho en su estilo ahora que me tengo que apañar con lo que tengo y no puedo comprar nada más, porque ella es la prueba de que todo lo que tenemos es aprovechable.
¿Vosotras de qué bando sois? ¿Os encanta u os horroriza?


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