Con este misterioso nombre con el que titulo la entrada de hoy, quiero referirme al colmo de los "no-sé-qué-ponerme" que nos pueden atormentar a lo largo de nuestra vida. Al menos de la mía.
¿No os pasa que a veces os enfrentáis a una situación totalmente desconocida y os agobiáis un montón delante del armario sin que tanto esfuerzo sirva para nada? Al final acabas saliendo de casa más por culpa de la premura de tiempo que del convencimiento con el modelito elegido. Es un rollo.
A mí me ocurre que tengo perfectamente dominados los extremos estilísticos, o al menos los que corresponden a situaciones conocidas, es decir: El día a día, que puede ser la rutina laboral o el domingo vegetativo en el que como mucho sales a darte un paseo relajado, y, por otro lado, el mundo de las bodas, bautizos y comuniones y cualquier otro momento que requiera arreglo extra. Ahí me muevo cómoda, y me atrevería a decir que más en el del arreglo extremo. De hecho tengo mil cosas deseando ver la luz y que no pueden hacerlo porque no se me presentan situaciones suficientes para vestir de fiesta.
Pero el peor dilema que me encuentro es el de los planes intermedios: por poner un ejemplo, el típico plan con amigos de tu pareja, a los cuales no conoces. Y si encima el plan es en casa de alguno, ya apaga y vámonos. Bueno, no, mejor no vayamos. :oP
Es que, a ver: sé que hay mucha gente que va por libre y a la que le importa un bledo el estilo general del grupo, porque tienen su personalidad bien afianzada, pero siento decir que no es mi caso. Yo necesito encajar. Bastante tengo en esas situaciones con tratar de caer bien a esa gente desconocida, como para encima tener que estarme preocupando por si voy vestida adecuadamente al evento o no. Odio arreglarme demasiado y encontrarme con que todo el mundo va súper relajado. O al contrario, pasarme de informal cuando todas las chicas se han puesto lo más mono que tenían. Y yo con pinta de venir de comprar el periódico.
Como encima no puedes preguntar a nadie para orientarte antes, y tu pareja a veces no maneja el mismo vocabulario estilístico que tú, casi es peor que le preguntes, porque te puede decir que sus amigas se ponen lo primero que pillan y luego encontrarte con que van la mar de elaboradas. Esto me ha pasado, y si las pobres supieran que sus esfuerzos al arreglarse son apreciados de esa manera tan pobre, les daba algo.
Total, que estás sola ante el peligro. Y entonces es cuando piensas que todo lo que tienes en el armario no sirve para nada. No encuentras nada que te dé esa sensación de arreglada-guapa e informal, y de conjunto todoterreno, que se adapte igualmente a una salida de tapas que a una caminata improvisada por el paseo marítimo para terminar en un pub tomando una copa.
¿Qué podemos hacer entonces? ¿Cuál sería el estilo ideal para esas ocasiones desconocidas o/y con gente desconocida?
Pues no lo tengo nada claro, lo siento. :oD
Pero algunas pautas a tener en cuenta sí que he ido recopilando gracias a mis experiencias (malas casi todas). Veamos:
- Si cargas las tintas en el calzado (y otros complementos), busca un estilismo sencillo, no vayas a parecer "demasiado producida". Y viceversa. Si te pones un vestido un poco especial, no te plantes los zapatos de una boda.
- Puestos a elegir una de las dos opciones anteriores, yo prefiero la primera, al menos mientras no tenga bien controlada esa situación. Si se repite el plan, ya me arriesgaré con lo segundo. Pero para mi gusto, es mejor vestir sencilla y adornar el conjunto con un collar impactante y unos zapatos bonitos, que ponerme a hacer experimentos con la ropa.
- Procura tener un par de zapatos sencillos, no muy altos pero sí muy femeninos, y que peguen con todo. Yo los tengo y los adoro. Con ellos nunca parece que voy demasiado arreglada ni demasiado informal, así que no desentono en ningún sitio. Ojalá todo me lo comprara con el mismo buen tino. En cualquier caso, usa zapatos de punta estilizada (no digo bruja piruja) antes que redondos. Con ellos es más fácil conseguir el toque chic que buscas.
- Otra posibilidad es recurrir a un top bonito y abrigarte con un cárdigan amplio de punto. Ese contraste es genial, y son dos estilos que se complementan muy bien.
- Si te sientan bien los pantalones pitillo, recurre a ellos. Con unos zapatos estilizados se bastan para darte el toque que necesitas. Si eres más de faldas, una mini vaquera se adapta a todo, pero no te pases de corta. Por otro lado, si no quieres complicarte la vida con las medias, el pantalón es la opción ideal. En mi caso, no lo dudo.
- Ídem con los estampados. Son más arriesgados, y a veces te hacen parecer informal aunque el estilo de la ropa sea formal. Si no quieres líos, viste colores lisos.
- Para no morirte de aburrimiento con un conjunto tan discreto y "seguro", ya sabes: complementos. Sin pasarse, pero que den un toque diferente. Un bonito cinturón, o un collar, un broche o un anillo precioso y grande, y un bolsito pequeño, son los aliados ideales. Es buena idea añadir con ellos un toque de brillo, como puede ser el asa de cadena en los bolsos.
Quizá es un mal ejemplo. Parece que se acaba de levantar... |
- En cuanto al pelo, lleva tu melena limpia y una vez más deja los experimentos para una ocasión más propicia.
Y vosotras, ¿tenéis alguna pauta que os ayude a la hora de enfrentaros a estos planes imprevistos? Contadme, que necesito ideas. :)
*) Sé que las fotos son monótonas, pero no tengo tiempo ni ganas de ponerme a buscar otras.
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Comentarios
Yo quedo mucho con amigos de él, dos parejas más, me vine a vivir a su tierra y hay que adaptarse jejeje.
Bueno, lo que decía, esas situaciones te crean algún conflicto interno porque no es lo mismo una comida, una cena o un domingo en la piscina del amigo..., te puedo asegurar que un domingo piscinero me puede suponer un quebradero total de cabeza puesto que no me gusta nada dejar mi aspecto, el último acerté, con mi cesta de paja, un vestido de algodón holgado tipo camiseta y un collar de madera, todo surgió, además, muy relajadamente, puede que el resto de personas fuesen más de cualquier manera, pero yo me sentía mona y sin desentonar.
Para cenas y comidas suelo ir casi siempre igual, variando un poco los complementos, pitillos, camiseta o jersey sencillo, un bonito collar, un buen bolso y arreando, eso sí, labios rojos, aunque de un rojo poco estridente. Una vez leí como Kate Moss decía que era importante y muy efectivo hacer una buena entrada, y que para ello no había nada mejor que llevar los labios perfectamente maquillados, no puedo estar más convencida de que realmente funciona, da igual que al rato el carmin se borre, lo importante es que al entrar esten bien pintados, ese impacto visual.
Un beso
Nina
Lo cierto es que este estilo que nos va a las dos puede parecer muy aburrido sobre el papel, pero a la hora de la verdad funciona muy bien. Además, ahora que me fijo más, me doy cuenta de que mis "celebrities" favoritas tiran mucho de ese recurso.
Lo de la piscina suena a quebradero total de cabeza, jaja. Pero me gusta mucho tu opción! seguro que ibas muy chic.
Un beso!
AH!TB ESTOY DE ACUERDO EN QUE LA ENTRADA ES FUNDAMENTAL,ES LO QUE QUEDA EN LA RETINA DE TODOS.
Yo a ese cúmulo de dudas, añado las de si será sólo en ciudad o se va a pasear por algún parque. Es decir, primordial para mi saber si va a llover y, en consecuencia, el calzado se va a mojar. Si voy a ir por suelo "civilizado" (es decir asfalto y acera) o voy a tener que vérmelas con tierra, hierba, gravilla y demás lindezas poco misericordiosas con mi calzado más querido (que no tiene por qué ser el más lujoso ni más de vestir). Me joroba, y mucho, estropear el calzado que más cariño le tengo por una cita intrascendente, ya pueden ser amiguitos del colegio o colegas del trabajo de mi novio o una visita a los suegros :P
Otra cosa que me da 'dengue' de las visitas informales es el acabar la velada desparramados como críos en sofás y cojines o puffs. Porque en este caso, cualquier vestidito ceñido o faldita estrecha por la rodilla o encima, se vuelve rápidamente de lo más inapropiado e incómodo.
Y por último, y que ahora recuerde, que seguro que me dejo otros casos, las casas con perros y gatos me hacen huir automáticamente de lucir mis mejores medias-galas. En esos casos ya voy preparada con mi uniforme para la batalla babosa de los bichos (por mucho que luego me guste acariciarlos, es inevitable) y anti pelusas mil. Es decir, prendas que no me importe enguarrar con las muestras de cariño de los animales. Y no me importa si es la comida de Navidad, que la nena irá lo más casual que pueda con ropa de tirar a la lavadora en cuanto llegue.
También me limita bastante a la hora de vestir, saber que voy a casa de fulanita que cuando cocina no se acuerda de cerrar la puerta de la cocina ni de abrir el extractor y nos deja a todos perfumados de aceite en la comida y la sobremesa. Lo mismo si sé que voy a comer fuera y es un local cerrado con este tipo de problema, más si el plan es tirarse allí unas cuantas horas después del ágape propiamente dicho.
En fin...tengo que desplegar toda mi imaginación y descartar a mil por hora si quiero ir bien, sentirme bien, salir a tiempo de casa y no sufrir por lo que pueda pasar.
Igual soy una exagerada, pero así soy. Luego pienso que probablemente hay muy poca gente que me vea lucir como realmente me gusta...pero son pocas las circunstancias que me permiten hacerlo y a la vez, disfrutarlo.
Así son las circunstancias, así me visto. Por eso me parece una buena estrategia tener en cuenta todo lo que aquí comentas. Arriesgar lo mínimo garantizando al máximo las posibilidades de éxito, pero sin tomar riesgos "innecesarios" Me parece lo mejor :)
María
Pazuki, esa situación que dices es también muy típica, jeje. Parece que porque te digan "estamos aquí al lado", tienes que tardar menos en arreglarte...y como consecuencia el agobio es doble, porque tienes que resolver el dilema en menos tiempo, jaja. La verdad es que en verano las sandalias planas encajan con todo, así que seguro que ibas monísima. Con tiempo más frío se complica más la cosa, porque no hay un equivalente zapatil a esas sandalias, y ahí sí se nota cuando una rechina. :P
María, que me parto de risa! y yo que pensaba que le daba demasiadas vueltas al asunto! me has superado! pero tienes razón, todo eso también lo pienso yo.
Y desde luego, me quedo con una de tus últimas frases: "probablemente hay muy poca gente que me vea lucir como realmente me gusta...pero son pocas las circunstancias que me permiten hacerlo y a la vez, disfrutarlo". De acuerdo contigo al 100%. Es frustrante!. Ahora lo que intento es comprar ropa que me sirva para todas las situaciones y que a la vez me encante. Nada de distinguir entre lo práctico y lo bonito. Nada, nada, ahora todo tiene que reunir ambas facetas.
Besos!
Besos!!
Un besito!!!!
B.C., jeje, pues sí, esos son mis quebraderos de cabeza. A veces me gustaría poder leer el pensamiento de la gente, porque estoy segura de que encontraría muchas coincidencias con los míos entre los miembros de una misma reunión. Quitando a unas cuantas, otras muchas nos pasamos la vida cuestionándonos lo adecuado de lo que llevamos puesto. :)
Por cierto, yo ahora me he aficionado a los anillos grandes y vistosos! Como soy de poca bisutería, es ponerme uno y ya me siento especial. Así puedo seguir saliendo a la calle con mi discreta ropa, pero sintiéndome mucho más arreglada. Qué cosas.
Concomprasyaloloco, me alegra haberte servido de ayuda! gracias por comentar.
Besos!!
Otra cosa, me encantan los anillos gigantes, me los pongo muchísimo, tb en el dedo "gordo" (jaja) y en el que está al lado. Ya ves que no estoy muy puesta en nombres de dedos... Ah, sí, pulgar y anular!!!!!!!!!!
Bueno, pues sólo eso, a ver si me das alguna idea. GRACIAS.
Pero pensando, pensando, creo que yo intentaría llevarlas con vestidos y faldas estampadas. Es que con un color liso en bloque lo veo más complicado, porque es un color tan intenso que con cualquier cosa hace demasiado contraste. Pero con un vestidito de flores veraniego, por ejemplo, y luego un jersey anchote de color gris o cámel, o de un color suave (me imagino un verde muy pálido, o un beis) creo que quedaría chulo.
Y no sé por qué, me he imaginado tus medias con unos zapatos de color cámel. Ya te digo, no sé por qué! jajaja. O grises. Por supuesto, seguro que el negro es su color, pero me parece interesante probar con esos otros.
Espero haber ayudado al menos un poquito...!
Un beso.
Ah! el dedo de al lado del gordo se llama índice!! :D
Bueno, pues mil gracias por contestar (no me ha parecido tarde, no te preocupes), sé que la pregunta era complicada, es por aquello de aprovechar lo que tengo, y sí que me has dado buenísimas ideas.
Bsos.
Me gustan las ideas que has dado.
Un besito desde distinct
http://ciberespaciolaurette.blogspot.com/
Muchas gracias por comentar!
Ciberespacio Laurette, gracias! a ver si te hacemos una visita.
Besos!