Plan de ahorro (II): Refuerzo psicológico.

Ahora que hemos decidido apretarnos el cinturón tratando de controlar los caprichos, tenemos que continuar reeducando nuestra mente. Nos encontramos en una época difícil en la que se juntan las rebajas más agresivas con la ropa de la nueva temporada y eso hace que nuestra determinación flaquee. Y está claro que nos podemos encontrar buenas oportunidades de compra, y tampoco hay por qué rechazarlas de plano. Pero sí que hay que tener las ideas muuuuuy claras para evitar caer otra vez en una locura consumista, porque ya sabemos que cuando se da el primer paso, es difícil parar.






Por eso creo que en este momento nos conviene tener algún refuerzo psicológico que nos ayude a no tirar la toalla a las primeras de cambio y nos permita controlar esa ansiedad consumista que tan bien conocemos.

- En primer lugar, y aunque ya lo he dicho otras veces (y me lo repito a mí misma continuamente), viene bien recordar que no podemos tenerlo todo. Así de simple. No podemos comprar todo lo que se nos antoje, porque las "necesidades" son ilimitadas, y como no sepamos ponerles freno, lo llevamos claro. Pero como eso no va a evitar que queramos comprarnos más cosas, vamos a ver otros trucos que nos serán útiles:

- Cuando te encapriches de algo, trata de sacarle todos los defectos posibles. Convéncete de que no es lo que buscas, ni lo que necesitas ni lo que en realidad te gusta, y analiza por qué. Puedes creerme: todo tiene alguna característica que podemos ver como un defecto. El material es demasiado brillante o se ensucia con facilidad, la falda demasiado corta, ese color no te favorece, ya has tenido cosas parecidas y no las has usado, el precio te parece abusivo, ese corte no es cómodo, etc.

En la foto o en la mano, todo se ve perfecto, pero a veces cuando lo llevas puesto es un engorro total, o se transparenta, o no pega para ninguna situación que se te vaya a plantear.


- Coge un catálogo de moda o una revista y ve analizando poco a poco cada uno de los looks o propuestas, e intenta copiar mentalmente ese conjunto con todo lo que ya tienes. Es decir, personaliza el look con tu propia versión y con tus propias herramientas, y así te darás cuenta de que puedes conseguir un efecto muy parecido con tu propio vestuario. Compra algo sólo si realmente no le ves pegas (según hemos visto en el punto anterior) y no puedes copiarlo aunque sea de manera parecida con tu ropa.

- Si te encaprichas de varias cosas, analízalas a fondo e intenta reducirlas sólo a una: la que sea más importante para ti y te aporte más satisfacción. La que sea más útil y por tu estilo, veas que le vas a sacar más partido. Con este procedimiento, a veces hasta conseguirás eliminar todos los antojos, porque acabas dándote cuenta de que ninguna de las cosas que querías es tan importante y útil como pensabas.

- Medita bien qué es lo que buscas y te gustaría encontrar: ¿Qué prenda o complemento es el que en realidad se adapta a todo lo que quieres?. Haz un "retrato robot" mentalmente de cómo sería esa prenda ideal, y moléstate en buscarla un poco. No compres a lo loco todo lo que te encuentres, y controla tus impulsos si no cumplen todos los requisitos que estás buscando.




Es decir: si quieres un bolso, no vayas comprando caprichosamente todos los que te parezcan bonitos, o rebajados, o lo que sea. Analiza bien si lo quieres de asas cortas o largas, por qué, si quieres que tenga bolsillos o no, o asa de bandolera, si quieres que sea regulable a distintas alturas o no, qué tipo de color te iría bien y necesitas, qué estilo buscas, más o menos informal, más o menos adaptable a varias situaciones...Si no encuentras eso, no te lances. Espera a encontrar lo más parecido.

Paradójicamente, casi todas sabemos qué estilo de peinado nos va bien, y de ninguna manera consentimos que nos hagan otra cosa o nos intenten convencer de algo que no queremos. Entonces, ¿por qué no tenerlo igual de claro con la ropa?

- Busca artículos especiales que tengan algún detalle que te enamore, y pasa de tanto trapillo como compramos normalmente, sólo porque está barato y más o menos bien. Y no te lances a comprar lo mismo en varios colores. Analiza bien cuál es el que te hace más ilusión. Ya comprarás otro color en otra ocasión.





- Y finalmente, recuerda que si no compras algo ahora, al momento, porque piensas que se va a acabar, no pasa nada. No se termina el mundo. Espera y confía, porque están saliendo cosas nuevas continuamente. Céntrate en un sólo artículo que busques realmente (y cumpla todo lo que hemos visto) y deja pasar lo demás, que dentro de nada habrá miles de novedades y te tirarás de los pelos por haberte precipitado. Y si este año no encuentras el vestido soñado, tampoco te vas a morir. A lo mejor la moda del año que viene te gusta más y encuentras exactamente lo que deseas. Y este año seguro que te puedes apañar estupendamente sin él. Además, las temporadas son tan cortas (sobre todo el verano) que no nos suele dar tiempo a ponernos todo lo que tenemos.


Y si después de todo esto, sigues pensando que vas a hacer una buena compra...¡hazla, claro que sí! Pero seguro que de este modo habrás conseguido quitarte de la cabeza un montón de cosas que te estaban tentando.

Ahora ya estamos preparadas para adentrarnos próximamente en el maravilloso e inquietante mundo de NUESTRO ARMARIO. Uuuuh, qué miedo, lo que hay por ahí dentro, madre mía... :)




*) Como plan B a tanta privación, os invito a pasaros por el blog de María, "The Lost Wardrobe", que está de sorteo con un premio de lo más apetecible: ¡un fantástico bolso negro que ha comprado para la ocasión! Y nos toque o no, en cualquier caso su blog es una visita de lo más recomendable, porque es una delicia de principio a fin. Si os gustan las ideas que yo os propongo, las suyas os van a volver locas, porque es toda una artista. :) Y además...¡ella sí las lleva a la práctica!

Venga, ya estáis tardando... ;)





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