Estamos rodeadas de publicaciones de moda de todo tipo en las que nos bombardean con las tendencias del momento. En todas partes nos hablan de los "must have", del lanzamiento de mini colecciones todas las semanas, de nuevas prendas que nos ayudarán a ir a la moda...
Y tenemos claro que si queremos seguirlas todas, estamos listas. En primer lugar porque es una locura la cantidad de cosas nuevas que se ponen de moda a cada momento, y en segundo lugar, porque ninguna se queda en el candelero el tiempo suficiente como para que podamos amortizarla.
Por otro lado, nunca antes habían coexistido tantísimas tendencias distintas, y a veces nos cuesta saber qué es exactamente lo que se lleva, porque si atendemos a las páginas de street style que abundan en la blogosfera, parece que absolutamente todo vale.
¿Seguro? ¿Entonces por qué aún somos capaces de darnos cuenta de cuándo un estilo triunfará y cuándo no, aunque no tengamos muy claro qué es lo que define a cada uno de ellos?
Pues sencillamente, porque en realidad no todo vale. Y no es porque lo diga yo, ni muchísimo menos. Es así porque al igual que pasa con el estilo chic francés que veíamos el otro día, en el estilo actual que puebla nuestras calles hay un común denominador que define lo que marca tendencia frente a lo que no.
Y en la medida en que sepamos extraer esos puntos clave de lo que se considera "estiloso" hoy en día, podremos combinar nuestro vestuario con el mismo resultado y sin necesidad de gastarnos un céntimo. O al menos gastando sólo en lo que realmente marca la diferencia, y que se basa en las siguientes pautas, claves o premisas (siempre según mi opinión, claro):
- Con la excepción del vaquero y los leggins, la ropa ajustada pasó a la historia: Date una vuelta por los blogs más populares del street style, y echa un vistazo a los looks más admirados de las celebrities. Analízalos al detalle. ¿Te das cuenta? Ni rastro de prendas ajustadas.
Ya no se llevan los vestidos apretados, las camisetas de lycra ultra pegadas al cuerpo, o los jerseis que parecen una segunda piel. Lo que abunda ahora son las prendas superiores un poco sueltas, y los pantalones y falditas también se separan de nuestras caderas para dejarnos respirar.
- Las faldas y vestidos se acortan: El nuevo largo ya no es a la rodilla. Las faldas suben algo más y llegan a medio muslo, pero siempre manteniendo la premisa anterior: nunca son ajustadas.
Para mantener este largo sin perder elegancia, hay que desterrar las faldas rectas sin más, porque una falda recta y corta da como resultado un bloque cuadrado que no favorece en absoluto. Además,cualquier prenda corta que se ajuste a nuestros muslos hará que parezcamos de todo menos estilizadas. Las faldas que se llevan ahora son las de ligero efecto trapecio, las de prendas ligeras con un poco de vuelo y las de forma tulipán. Eso sí, la falda tubo o lápiz continúa con el largo a la rodilla, que es el que mejor le sienta.
- Las medias se oscurecen y cobran protagonismo: Esto es estupendo, porque siempre nos saldrá más económico actualizar este elemento de nuestro vestuario que llenar nuestro armario de nuevas prendas de vestir. Además, las medias tupidas y en colores oscuros favorecen a todo el mundo, y nos permiten lucir las faldas más cortas sin miedo a resultar demasiado llamativas. No te cortes e invierte en medias opacas, en leotardos calentitos con efecto de canalé y calados, y en medias con dibujos. Con ese pequeño detalle y acortando la falda, conseguirás actualizar sin problema un vestido de hace años.
- Los complementos se llenan de personalidad: Recuerda que ante la duda, siempre será más acertado invertir en buenos complementos que en ropa. Por muy de tendencia que sean las prendas que llevas, un calzado pasado de moda arruinará el conjunto final.
Un buen bolso y unos zapatos impresionantes harán maravillas con cualquier look. Y si tienes que elegir entre ambas cosas, opta siempre por unos buenos zapatos. Un bolso con solera rescatado del pasado, es un plus en tu vestuario. En cambio, el calzado, cuanto más actual, mejor. Afortunadamente, las modas van y vuelven, así que es posible que algunos zapatos que ya tenías, encajen perfectamente en el estilo actual.
Aparte de llenarse de personalidad, a los complementos hay que darles todo el protagonismo que se merecen. De nada sirve tener unos botines fabulosos si luego los sepultas bajo un pantalón anodino que los tapa por completo. Nada de eso: no dejes que ninguna prenda acabe tapando el elemento más importante de tu vestuario.
Y no olvides la importancia de un buen cinturón. Es un elemento que te ayuda a actualizar cualquier vestido y resulta de lo más amortizable. Busca un bonito cinturón corsé de cuero lleno de detalles, o un cinturón joya, porque indiscutiblemente serán una buena inversión.
- En relación con lo anterior, los pantalones se acortan también: Ahora lo que se lleva son los pantalones tobilleros, o directamente cortos. Si no quieres cortar los que ya tienes, opta por alguna solución temporal que te permita llevarlos remangados o remetidos de alguna manera. Además, estas opciones conseguirán actualizar cualquier pantalón, sin necesidad de que tengas que invertir en unos nuevos. Así que ya sabes: sube el bajo de tus pantalones. Opta por unos shorts, unas bermudas o unos pantalones de pinzas con largo al tobillo. O simplemente, invierte en unos pantalones pitillo de largo tobillero. Aunque si crees que no favorecen a tu figura, la opción de acortar unos más anchos resultará incluso más estilosa.
- Los colores se suavizan y apagan: Si aún tienes camisetas de colores chillones, olvídalas. No hay nada que cante más hoy día que esta prenda. Ten presente que la ropa en colores terrosos, o en los siempre elegantes blanco o negro, siempre será tendencia. Y siempre, siempre, favorece. E incluso una prenda de baja calidad, parece mejor si el color es apagado.
- Introduce un elemento que parezca viejo (salvo para la ropa de fiesta): Procura no parecer el maniquí de una tienda de moda. No des la sensación de ir siempre impecable y de estreno de la cabeza a los pies, porque eso no es estiloso en absoluto. Lo que no se lleva es lucir un aspecto demasiado "compuesto". Relájate y aprovecha para lucir ese bolso tan gastado que tienes o esos vaqueros tan viejos que adoras.
- Marca la cintura: Un sencillo top y una falda anodina de tu armario, parecerán plenamente actuales si llevas el top por dentro, acortas la falda como hemos visto y resaltas tu cintura con un buen cinturón que atraiga toda la atención. O si lo de marcar tanto la cintura no es lo tuyo, completa el conjunto del top por dentro con un chaleco abierto que llegue un poco por debajo de la cintura. Lo importante es que se vea la línea de la cintura, y que los cuerpos se vean pequeños.
- Luce tus piernas: Resalta la longitud de tus piernas frente a cualquier otra parte de tu anatomía. Olvida los escotazos y da protagonismo a tus piernas. Para ello, ayúdate de las faldas cortas, de las cinturas marcadas y de las medias oscuras. Unos buenos tacones estilizarán aún más tu figura. Elígelos según tu gusto, pero ten en cuenta que más que la altura del tacón, lo importante es la forma del zapato.
Para que las piernas parezcan más largas, opta por un sólo color en el calzado y en las medias, ya que la mezcla de colores llena tu figura de cortes visuales.
- Pon el acento en la bisutería: Si piensas que con ese vestido corto de hace varios años ya no vas a ninguna parte, trata de imaginarlo con unos botines llenos de personalidad, unas medias tupidas y un collar impresionante de varias vueltas. Puedes estar segura de que con esos tres detalles lo habrás convertido en una prenda de lo más actual.
Recuerda que siempre será mejor idea llevar ropa discreta y complementos llamativos que la opción inversa.
- Pierde el respeto al blazer: Las chaquetas se llevan con todo pero pierden su aire formal. Ahora se llevan remangadas, con camisetas estampadas, con pantalones cortos...¡hasta con pantalones de chándal! (Tendencia a la que jamás me apuntaré). No te cortes y usa tu chaqueta de traje como si se tratara de una vaquera.
- Apúntate a la moda de las sandalias con calcetines: Con el calzado adecuado, la combinación con unos leotardos o medias tupidas resulta de lo más estiloso, ¡y además te permite seguir utilizando tus zapatos de verano durante todo el invierno!. Ten en cuenta que el calzado debe ser "potente". Esta tendencia no funciona con sandalias de tiras finas y tacón de aguja. Opta por los tacones anchos, las mini plataformas y las tiras gruesas. Y mejor si zapatos y medias son del mismo color.
Si te falta valor, empieza probando con unos zapatos peep toe. El resultado es más discreto e igualmente actual.
Y después de este análisis, ya sabes: si quieres actualizar tu estilo, opta por ropa más suelta, faldas más cortas, pantalones tobilleros, prendas remangadas y complementos de mucha calidad, poniendo el acento en un calzado con personalidad.
¿Se te ocurre alguna otra norma que debamos tener en cuenta?
Comentarios
En un principio llevar medias con sandalias me parecía una combinación imposible. Pero buceando por algunos blogs he visto que puede resultar elegante. El problema es que no encuentro los zapatos adecuados! Utilizar los de verano no me convence, y de invierno no consigo encontrar ningunos que se presten a ello...
Un saludo.
os animo también a que veais la página de Facebook de PErsonal Shopper School, dan buenos consejos de moda y muy actuales como aquí!
saludos!!
De todas formas, cuanto más leo sobre lo que se lleva, lo chic del momento, las prendas 'it' y la repera en barca, me asaltan unas ganas feroces de salir a la calle con lo que hoy se condena estilísticamente, sólo para ver como les da el histérico a algunas fashionistas de pro :D (y a veces lo hago).
En fin, qué duda cabe que todo esto hay que adaptarlo a la figura de cada cual y también al gusto personal. Yo en general sí me veo con todo eso, menos con los pantalones a la cintura. Una faldita pase, pero los pantalones los tengo que llevar de talle más bajo, un poco más a la cadera. Los otros no los aguanto.
Velvet, yo sé que me repito más que el ajo, pero la temporada pasada vi unas sandalias perfectas en La Redoute! Dudé y volaron...cachis! Eran con tiras gruesas, color cuero, suela gruesa también, tacón ancho, y una especie de remaches al final de las tiras, para sujetarlas a la suela. Chulas, chulas. Qué rabia.
B.C, muchas gracias!
Bella, lo mismo te digo, mil gracias. Lo de los calcetines, fíjate que a mí me gusta. Pero claro, hay que ver cómo y quién se los pone. Pero a mí me atrae eso de llevar las calcetas hasta la rodilla. Yo es que además, en verano me pongo mucho falda, pero en invierno no, y creo que la pereza que me da ponerme medias, es lo que me frena. En cambio lo de los calcetines...Ya veremos. Lo que sí tengo claro es que las sandalias que digo con unos leotardos, me gustan y mucho. :)
Lo que no me gusta son los calcetines sobre la rodilla, porque la mayoría de veces que lo he visto, aprieta demasiado y se ve el muslo con toda la marca y un pequeño michelín. Hay que tener unas piernas muy delgadas para que quede bien.
Anónimo, muchas gracias! echaremos un vistazo a eso que dices ;)
Besos!
Eres de Málaga????? como YO :D
Y no soy de Málaga, pero sí que vivo aquí desde hace poquito. A lo mejor acabo pidiéndote información de la zona, porque ando un poco perdida todavía! (y no conozco a nadie...)
María, a lo mejor pruebo tu invento, porque a mí lo de ponerme medias me da pereza! y mira qué tontería, que ponerme calcetines, por largos que sean, no me da tanta. Pero no te aprietan?
A mí me gustarían mucho sobre la rodilla si realmente quedaran bien (recuerdo que me gustaron cuando se las vi a CC CAT allá por el año de Maricastaña), pero ya te digo que el efecto ese de las apreturas no me gusta... :)
La verdad es que como digo (en lugar de medias enteras) me lo probé sólo un momento, y no me molestaron pero igual cuando llevas unas horitas con ellas acabas con las piernas moradas de la presión, jejeje. La verdad, lo volveré a probar con más calma, fue una idea que se me ocurrió de pronto nada más.
Y al hilo de lo que mencionábamos el otro día de que con los taconazos que se venden ahora resulta difícil a veces encontrar zapatos a nuestro gusto, creo que si tenemos ya en el armario pares de años anteriores que nos siguen viniendo bien al pie, que nos gustan, y que tienen un diseño más neutro, podemos seguir utilizándolos sin ningún problema, aunque no tengan la plataforma del año pasado ni las tachuelas de este. Yo tengo pares de hace años que me encantan y me sigo poniendo, son zapatos que me sientan bien y que siguen encajando con el estilo de mi ropa.
En particular tengo unos granates, muy escotados y con tacón medio casi cuadrado, que son como caminar sobre dos cojines, y aunque son de hace lo menos seis años, siempre hay alguien que pregunta por ellos cuando me los ve.
Si no aprietan, desde luego es una solución. Aunque yo creo que sí que deben molestar a la larga...
Coposdelana, gracias! Pues si te das cuenta, estoy completamente de acuerdo con lo que dices. En la entrada no dije: unos zapatos de temporadas pasadas arruinan un look, sino "unos zapatos pasados de moda". Es un matiz pequeño pero es un matiz. Un calzado de hace años no tiene por qué estar pasado de moda. De hecho, estoy segura de que las botas de mosquetero, por poner un ejemplo, pasarán de moda mucho antes que unos zapatos tipo salón.
Está claro que hay modelos de zapatos que se ven bien cualquier año. Yo también sigo usando los del año del "pele", porque están como nuevos. Tengo unas botas que el día que se me rompan, me van a causar un trauma. Y ahora no veo por ahí ningunas tan chulas ni tan intemporales. Pero también tengo otros que ahora no pegan ni con cola, y que aunque pegaran, yo no los veo, porque ya no me gustan. Por ejemplo, los de punta cuadrada que se llevaban antes. Y algunos otros sin personalidad ninguna, que como tú dices, parecían los zapatos de abuelita.
Y además, date cuenta de que también digo en la entrada que las modas van y vuelven y es posible que te sigan sirviendo los de temporadas pasadas.
Pero bueno, ya todas sabemos lo que encaja bien ahora y lo que no. En mi caso, noto que mi gusto ha ido evolucionando y lo que me compro ahora sé que me seguirá gustando siempre, y lo usaré hasta que se me rompa. Lo que me compraba antes, no siempre cumplía esas premisas.
Lo que sí es verdad, siguiendo con el tema de la entrada, es que ahora se lleva el calzado espectacular. Y que un buen par de botines preciosos que llamen la atención, te renueva de golpe todo el vestuario. No estás de acuerdo? Tengo en mente por ejemplo a Gwyneth Paltrow, que se ha dedicado el último año a ir a todas partes con minivestidos y zapatos siendo el calzado el absoluto protagonista, y se ha puesto ella misma de moda en un tiempo récord.
Resumiendo: creo que estamos de acuerdo :)
Pero bueno, cuando vaya de compras iré en busca y captura de jerséis oversize y demás :)
Muaaack!
En invierno yo soy de las que se calza medias tupidas, leotardos y calcetines finitos incluso con salones. Es cuestión de verse! ;)
Coposdelana, yo hago lo mismo. Me compro poco calzado al año porque conservo mucho, algunos pares son de cuando estudiaba y los he llevado muchos años después. Lo que pasa es que al tener para mudarte a diario, los desgastas menos y tardan más en romperse.
Yo, aunque también ahora compro mejor y amortizo más, porque me favorece, como dice Tasha, lo que compro, también sigo dándome caprichos poco útiles, tanto en prendas como en calzado. En mi armario siempre hay cosas que son para ponerse contadas ocasiones o de una determinada manera. Me encanta tener ese reducto de cosas poco llevables, poco combinables, poco amortizables, en definitiva, sobre todo si la inversión no ha sido muy alta :) Son las típicas compras impulsivas, hechas con pasión y poco cerebro.
Me gusta el análisis que haces sobre las tendencias y como podemos optimizar nuestro armario, sin tener que renovarlo cada temporada.
Muy buena aportación, si señor, mi más sincera enhorabuena Tasha!!
Zoe
Pásate por mi blog: http://nometoqueselcocochanel.blogspot.com
Lo de los jerseis amplios es una buena idea se mire por donde se mire. Suerte en la búsqueda! ;)
Uy, María, yo también tengo un montón de prendas imposibles que no ven la luz hasta varios meses después. Pero bueno, como tú dices, son cosas que hace mucha ilusión comprar y tener, aunque sólo sea para que no las luzca otra, jaja. Es broma.
Desde luego, tengo claro que a mí me va a durar todo lo que tengo una eternidad. Bueno, me está durando. Zapatos incluidos. Y me los pienso seguir poniendo, faltaría más!
Zoe Miho, bienvenida y muchas gracias por tus palabras! oye, qué ilusión hace que te digan esas cosas... :) Te prometo que en cuanto pueda, me tienes ahí en tu blog.
Besos!
Un beso,
Ojalá yo pudiera decir NO al chandal, pero por mi trabajo...¡Es practicamente mi uniforme! Que triste...
De todos modos, también es posible que en una entrada diga algo que no vaya mucho conmigo, porque si hablo de un estilo que se lleva, a lo mejor hay cosas que yo no llevaría, pero que he observado igualmente.
Sole, a mí me pasa igual con lo de los calcetines. Espero tener valor para probarlo, pero de momento me va a costar mucho...aunque me guste. Y me gusta! :)
El chándal tiene su función. Para hacer deporte es lo adecuado y es perfecto. Lo que yo no llevaría ni loca es el chándal combinado con ropa de vestir, como para salir por ahí en plan elegante. Es que ahora por lo visto se ha puesto de moda el blazer con pantalón de chándal y con tacones...y esa moda no va conmigo...Yo es que, fuera del deporte, no lo veo.