Entonces, lo de tener un costurero en casa lleno de retalitos de tela, de lentejuelas, cintas y botones de todo tipo, era lo más corriente del mundo. En los últimos tiempos, en cambio, nos venía pareciendo toda una hazaña que alguien se animara a customizar su ropa.
Sin embargo, debido a la necesidad de ahorro a la que nos enfrentamos, ahora nos ha tocado volver a la creatividad y el reciclaje. Y además, la satisfacción que se consigue personalizando nuestro vestuario supera con creces nuestras expectativas, por lo que es fácil que esta actividad se convierta rápidamente en una divertida afición.
Así que desde aquí os animo (y me animo a mí misma) a redescubrir las mercerías y a lanzarnos a poner todo tipo de apliques a nuestra ropa con el propósito de revitalizar esas prendas que nos tienen ya un poco aburridas.
Con ese fin, se me ha ocurrido recopilar algunos ejemplos de lo que me parecen buenas ideas fácilmente copiables en casa, y que espero que a vosotras también os lo parezcan.
Vamos allá:
1. En primer lugar, me encantó ver esta chaqueta en un artículo de Trendencias. La chaqueta no es complicada en absoluto, pero consigue ser la mar de resultona. Y lo mejor de todo es que este modelo nos puede servir para reconvertir alguna chaqueta sosa que ya tengamos. No hay más que coserle unos galones en los hombros (para ello habrá que hacer una pieza similar a lo que sería el extremo de un cinturón de tela y coserlo doblado sobre los hombros) y luego adornar la parte central con cordoncillo, tela de color oscuro y botones dorados. Y voilà, ya tenemos una chaqueta de corte militar...o circense, según se mire.
2. El siguiente ejemplo nos viene que ni pintado para animar un vestido anodino que necesite otro aire. O para adaptar un vestido de día a cualquier evento nocturno o festivo. Lo que necesitamos en este caso es una buena colección de collares o cadenillas, o incluso con un sólo collar de varias cadenas nos podremos apañar. Procura que no pese mucho, para no estropear el vestido. Para poder engancharlo a los hombros necesitaremos dos broches idénticos, en los que iremos ensartando los extremos de las cadenas y finalmente engancharemos todo junto al vestido.
Lo mejor será dar algún punto con hilo y aguja para fijar los extremos de las cadenas en la parte superior y evitar que se muevan o se descuelguen.
Como podéis observar, el vestido de Freida Pinto tiene también unos pequeños volantitos en los hombros, idea que también podemos copiar para darle un toque más acabado a nuestro trabajo.
3. En plena fiebre lentejuelera y de tachuelas, me ha parecido bien añadir esta imagen, para que las que no saben todavía si apuntarse a la moda de los destellos diurnos, puedan hacer un ensayo con una prenda de su propia cosecha. Para ello no tenemos más que añadir todo tipo de apliques metálicos (o lentejuelas) a cualquier chaquetita que tengamos, o a un top, o incluso a un bolso. Lo bueno de esto es que nosotras elegimos los apliques y su cantidad, así que no hay peligro de que vayamos más brillantes de lo que somos capaces de soportar. Quizá nos baste con un ribete en toda la chaqueta, o simplemente en los bolsillos. O mejor, podríamos personalizar una camiseta con dibujo rellenando algunas zonas a base de tachuelas y lentejuelas.
4. El vestido de Emma Watson me ha sugerido que podríamos llevar al terreno de los vestidos la idea de la falda de tul bajo una falda de vuelo. Podemos superponer un vestido más sobrio a uno de tules y volantes, de modo que sobresalga bajo el primero y haga este efecto tan original. Y si no encontramos un vestido así, (que es lo más probable), podríamos confeccionarnos uno añadiendo a una combinación interior de las de toda la vida algunos volantes de tul o plumas que sobresalgan bajo los vestidos, con lo que conseguiremos dar a todos ellos un aire completamente diferente.
5. Mi preferida es la chaqueta de Claudia Schiffer en el Front Row de un desfile de Chanel. No me digáis que no está al alcance de cualquiera de nosotras hacernos un vestido como éste con cualquier chaqueta larga que tengamos. No hay más que añadir el ribete que más nos guste y llevarla tal cual, con medias tupidas y zapatos del mismo color para darle todo el protagonismo a la chaqueta.
A mí ya me están dando ganas de darme una vuelta por la mercería, ¡a ver qué encuentro!
¿Alguna más se anima? ¿Os parecen ideas fáciles de copiar?
Comentarios
Besos.
Gracias por los comentarios, me han encantado!
Mi madre me había cosido y tejido mucho de pequeña también, y no era tan cría cuando todavía me hacía ropa con Patrones, otra revista que también os sonará (el Burda me trae recuerdos de mi infancia más lejana). Algunas de esas prendas, de talla adulta, las repesco algún año del altillo :)
En cuanto a las tachuelas, yo diría que se encuentran en las mercerías, porque son las mismas que se usan para tapizar sillones. Si no, quizá se encuentren remaches parecidos en las ferreterías. Yo me daría una vuelta por los dos sitios, a ver qué encuentras. :)
Lorena, hola! pues hacer una chaqueta de lentejuelas es toda una proeza! yo de momento me apañaré con pequeños detalles, a ver qué tal. De todos modos, tampoco soy de llevar mucha lentejuela, así que con un poquito me bastará. Gracias a ti también por tu comentario! ;)
Mery, hola de nuevo! a mí también me gustan más esas dos que el resto. Bueno, la chaquetilla de tachuelas también me llama la atención, la verdad. Me anima a probar.
Mi madre aún conserva Burdas de esa época, y Patrones, y un montón de revistas de esas. Yo me he lanzado alguna vez a sacar un patrón y hacerme algo. Antes todas las mujeres sabían hacer todo eso, verdad? Ahora también sabemos hacer otras cosas, pero a mí me gustaría no perder eso tampoco.
María, yo he decidido que me voy a atrever con algunas cosillas que tengo que no me pongo nunca, más pasadas que yo qué sé. Y también con alguna túnica de esas que regalan con las revistas en verano, que no me pongo nunca pero que no me da miedo cortar y con la que no me da pena experimentar. Ya veremos qué sale... :)
Besos!
Me ha encantado el vestido lleno de collares, supongo que será porque no exige pelearse con agua e hilo...jeje...
Besos y buen fin de semana a todas.
Yaiza
El vestido de collares es genial, eh? me encantan esos inventos que permiten apañar cualquier cosa sin hilo y aguja, y además, sin que sean cambios definitivos.
Me gustan las prendas convertibles :)
Feliz fin de semana!
Me gusta mucho la primera chaqueta quizas un poco menos recargada.
No he desertado ehh solo he tenido unos dias complicadillos sentimentalmente.Besos
Yo sí creo que se pierde mucho tiempo por culpa de internet. Bueno, internet y la tele. Siempre he pensado que si Leonardo Da Vinci hubiera vivido ahora, no le habría dado tiempo a destacar en nada, jeje... :P
Es que esta vida moderna está llena de distracciones!
Lo ideal es dedicarle a cada cosa el tiempo que merece, pero en mi caso, cuando descubro algo nuevo me suele absorber de tal manera que dejo de lado todo lo demás, y eso es algo que quiero cambiar.
Un beso y mucho ánimo!
Muy buena entrada.
Un besito desde Todo sobre mi armario
Besos,
Yaiza
Lo de ir cosiendo lentejuelas una a una sí que es un rollo, ciertamente.
Un beso y gracias por pasarte por aquí! :)
Yaiza, no te preocupes. Ya pensaba que el que iba mal era mi correo...! (no sería ninguna novedad). Menos mal que esto va bien.
Un beso!
En el mío estoy de concurso, por si te interesa.
www.todosobremiarmario.blogspot.com
Un besito!!!
Mara, me alegro de que todo se esté arreglando. Un besito.
Pues sí, las mercerías no deberían desaparecer jamás. Nos hacen ser más creativas, y además siempre han tenido un encanto especial, verdad? Dan ganas de comprarlo todo y ponerse a hacer experimentos!
Un beso!