Vuelven las bodas (1ª entrega)

Pues sí, ya estamos otra vez en temporada boderil, y con ella, llegan los calentamientos de cabeza. Me pregunto si el calentamiento del planeta registrará algunos picos en primavera y otoño, porque no me extrañaría que nuestros desvelos estilístico-ceremoniales tuvieran consecuencias sobre el medio ambiente.

Pero aquí llega "En el vestidor" para sacarnos del apuro (autobombo, que se llama esto... :)

Bueno, no apunto tan alto, pero al menos espero poder ayudar un poco en la ardua tarea de vestirse económica y adecuadamente para tan bonito acontecimiento. Que sí, que sí, que es bonito...Ya vale de tanto "odio las bodas", que ya parece que lo decimos de pose, y tampoco tiene sentido tanto odio infundado. (Éste es un tema interesante para sacar a debate en un futuro).

En fin, sea como fuere, y al margen de las opiniones a favor y en contra, lo que resulta ineludible es el hecho de tener que asistir decentemente y sin dar el cante, a ser posible.

Como ya no está de moda ir vestida de luces a una celebración de este tipo, (nunca debió estarlo), tenemos más fácil la empresa de apañarnos con lo que ya tenemos en casa. Hoy día, casi cualquier cosa está bien vista con tal de saber acompañarla.

Así es; lo importante es el conjunto. Y si no me crees, haz la prueba: Elige unos zapatos bonitos de vestir (que seguro que ya los tienes), un bolso elegante, arréglate el pelo y maquíllate un poquito. Y ahora, elige cualquier vestido sencillo y corto que cuelgue de tu armario y póntelo. Cualquiera servirá porque sólo es un ejemplo. Adorna el conjunto con un collar largo de dos vueltas (de vestir, claro está) o con un broche original y dime sinceramente si no te parece que el vestido es de mejor familia.

¿¿Sorprendida??

¿Nunca habéis analizado los vestidos que llevan las "celebrities" en cualquier evento de promoción, fiesta o alfombra roja al margen de los Oscar y los Grammy? Pues yo sí lo hago. Y muchos de ellos no tienen nada especial. Cargan las tintas en el cinturón, los zapatos y el bolso, se ponen bien guapetonas y lo llevan con gracia. Y punto. Y así las hay que destacan una barbaridad y siempre consiguen arrancar muestras de admiración.

También está el caso contrario: la que se compra el último grito del más prestigioso de los diseñadores y sólo consigue arrancar precisamente eso; el último grito. O el penúltimo, que no hay que subestimar la capacidad de superación que tienen algunas personas. ;)

Así que sin más rollo, vamos a aplicar esta teoría a nuestro propio armario. Como siempre hacemos, vamos a ir enumerando los puntos en que basar nuestra búsqueda del conjunto perfecto para estas ocasiones:

* Si tienes el clásico vestido corto, neutro, liso que cambia sin problemas en función de los complementos, no te compliques más y póntelo otra vez. Cambia algunas cosillas: los zapatos, el bolsito, añade un cinturón, ponte un tocado o compra un bolero que combine, y andando. Irás estupenda, y eso de que no se puede repetir, es una chorrada. También puedes "tunearlo" un poco, cosiendo un estratégico volante, añadiendo un detalle al escote o las mangas o lo que se te ocurra. Este capítulo no tiene más misterio. Éste de la foto es el vestido perfecto. Es de Maurizio Pecoraro y lo puedes encontrar en Yoox.



* Pero como ir perfecta con un vestido perfecto no tiene ningún mérito, vamos a estudiar otras opciones. Si te apetece arriesgar, y sacar el máximo provecho al correcto y austero vestuario que ya tienes, empieza eligiendo la prenda sobre la que construir el "look": Puede ser un pantalón (sí, sí, que no muerden), una falda, un vestido, una camisa o un top. Según sea la prenda elegida, tendrá que ser la elección del resto.

- Un pantalón: Si tienes uno de fiesta, de pernera ancha y color discreto, perfecto. Combínalo con un top sencillo como el de la foto de abajo (de Venca), de cuello redondo o de pico, en color liso, sin mangas o con manguita corta fruncida (y así te ahorras ponerte nada más) y una buena cartera de mano, unas bonitas sandalias de tacón fino (que tampoco hay que pasarse tapando) y un llamativo broche de flor, o un collar igualmente especial, y ya estás. Si te parece que le falta algo, ponte una cinta ancha de raso a modo de cinturón y haz un lazo lateral. Parece una tontería, pero le da un toque increíble al más sencillo de los conjuntos.





Si en cambio sólo cuentas con unos buenos pantalones de traje pero de diario, no te agobies. Siempre que la pernera sea ancha (la estrecha no hace tanto de fiesta), podrás estar estupenda si lo combinas con un top bien elegante, o con un toque de brillo. Una blusa como la que lleva Audrey Tatou en el encabezamiento de esta entrada, queda impecable, ¿o no?. En cuanto a lo demás, ya sabes: nuevamente sandalias (por la época y por compensar tanto cubrimiento), carterita de mano bien elegante y algún toque que complete.

Piensa que el peinado hace tanto como un buen complemento: una sencilla cola de caballo bien alta y con volumen, te dará un aire totalmente diferente y muy arreglado, además de ser muy juvenil. Una melena suelta y con ondas también añade un plus de elegancia muy adecuado.

- Si prefieres basar el look en un vestido, ya sabes. Como vimos en una entrada anterior, hay mil posibilidades para sacarle partido al más sencillo de los vestidos. Es la opción más fácil y más resultona. Sólo ten en cuenta que es preferiblemente un vestido por la rodilla. Te permite resaltar más los complementos pasando él a un segundo plano. Además, favorece a todo el mundo. No te cortes y haz pruebas de complementos con todos los que tengas, que seguro que consigues darle un lavado de cara a cualquiera de ellos.

- Para las que huyen de los vestidos que se ajustan en la cintura (que sé que las hay), y porque sé que hay quien piensa que recomiendo en exceso el cinturón tipo fajín o corsé, hay otra opción igualmente válida, coqueta y adecuada: un vestido tipo evasé, con corte imperio, si se quiere, o incluso sin ajustarse a la figura en ningún punto. Un vestido de estas características tiene que ser corto a toda costa y mejor si tiene un estampado original. Y por encima de la rodilla, más bien a medio muslo o sólo un poquito más largo, para no parecer un saco.

En este caso es imprescindible un buen collar que le dé alegría y ese toque elegante. En cuanto a las mangas, al gusto. Una manga al codo le dará un aire sesentero muy gracioso, y te ahorrarás llevar algo más de abrigo. No olvides unos buenos tacones que saquen partido a tus piernas, ya que no resaltas la cintura. Y para mi gusto, el bolso perfecto aquí sería uno de tamaño pequeño y con cadena.

Por último, una opción que a mí me parece muy graciosa: personaliza un blusón largo hasta la cadera cosiendo unas tiras de plumas al final, o algún elemento de pasamanería que consiga un efecto parecido al vestido de la imagen (es de Mango). En este caso, yo no usaría tacones demasiado altos (aunque sí finos) para compensar un poco un vestido tan corto.




- Si lo que has elegido como centro del conjunto es un top precioso que tienes guardado hace tiempo y no sabes cómo combinarlo, póntelo con un pantalón sencillo de traje (como el descrito más arriba) o una falda tubo lisa e igualmente de traje. Recurre al lazo de raso si crees que le falta ese toque y no temas por el resultado. Precisamente un top llamativo y recargado queda mejor en contraste con una prenda ultrasencilla pero de buena calidad que con una igualmente llamativa. Haz la prueba y cuida los complementos. Verás cómo el resultado te sorprende.


Finalmente, vamos a ver mi opción favorita...


.........(Continuará...).........


Es que la entrada me estaba saliendo exageradamente larga, así que mejor la partimos, que además me quiero recrear en la parte que sigue...¡Que me encanta!

¡Mañana más! :)