Con el verano dando sus últimos coletazos, nos encontramos haciendo balance mental de todo lo vivido en nuestras vacaciones. En estos días, hemos tenido la oportunidad de conocer nuevos lugares, nuevas personas, reencontrarnos con amigos y familiares, y aprovechar para leer sin prisas, ver una película, empezar nuevas aficiones, o simplemente para tumbarnos al solecito sin hacer nada más y dejar volar nuestra imaginación.
A mí una de las cosas que me gusta hacer en verano, es organizar mentalmente el nuevo "curso". Me gusta pararme a reflexionar sobre lo que he hecho y lo que quiero hacer, y comprobar si voy por buen camino o si por el contrario estoy perdiendo un poco el rumbo y debo rectificar. Tanto tiempo libre me permite dar rienda suelta a mis reflexiones profundas, que no son pocas :) y acabo sacando algunas conclusiones interesantes que pretendo aplicar en el futuro.
Concretamente, este verano me ha entrado una especie de rebeldía hacia todo lo superfluo y artificial. Siento la necesidad de simplificar, de buscar la naturalidad y de olvidarme de muchas frivolidades que me habían parecido tremendamente importantes hasta el momento. Y cómo no, la moda ha entrado en este grupo. Estoy un poco cansada de tanta "it girl" y "must have". He llegado a un punto en que me parecen todas cortadas por el mismo patrón y me preocupa un poco que le estemos dando tanta importancia a una persona sólo por lo que se cuelga antes de salir a la calle cuando hay tanta gente interesante por ahí con vidas dignas de atención, con historias de superación, esfuerzo y éxito merecido de las que podríamos aprender mucho.
No es que quiera criticar la importancia que tiene la moda en nuestra vida o la que algunas le queremos dar, pero en mi caso, siento que estoy entrando en una fase de "reorganización de prioridades", por decirlo así, y no puedo evitar sacar mis propias conclusiones sobre ello.
El caso es que después de tantos días de libertad en todos los sentidos, me empieza a parecer innecesario complicarme la vida con la ropa, y me he dado cuenta de lo importante que es para mí la comodidad. Me he dado cuenta de que odio el tiempo que paso cambiándome de ropa porque no me acabo de ver con lo que me he puesto en un primer momento, y de lo absurdo que me parece haberme calentado la cabeza para ir a hacer la compra, dar un paseo o cualquier otra cosa, cuando habría disfrutado mucho más de todo ello con un estilo más "descomplicado" y natural.
Así que mi objetivo para el próximo año, en lo que a estilo personal se refiere, es conseguir "mi armario ideal", que estaría compuesto por prendas que pudiera combinar con los ojos cerrados sin miedo a ir hecha un espantajo, por colores muy ponibles y favorecedores, por cortes que me sienten bien en cualquier situación, sin que ello dependa del día, o de con qué lo combine o de con qué pie me levante. Y además, un armario lleno de prendas cómodas, con las que me sienta completamente identificada.
No nos engañemos. Por mucho que nos lo parezca, no hay nadie a quien TODO le quede bien. Lo que sí hay son personas con un estilo natural que saben elegir bien lo que se compran. Que se conocen bien y saben potenciar sus puntos fuertes. Que saben lo que les favorece y lo utilizan. El secreto está en emplear más tiempo en elegir "nuestras herramientas" y ahorrarnos luego el tiempo que perdemos en intentar combinar todo lo que hemos reunido tras una sucesión de compras inútiles.
Y ése es precisamente mi objetivo. Conseguir un vestuario personal con el que me identifique. Que sea básico, simple, cómodo, pero eso sí, chic. Basado en prendas sencillas pero con algunos toques que le den un poco de clase. Un vestuario de tiempo libre (el laboral y el de ocasiones especiales son otro cantar) perfecto para esos días en que no quiero complicaciones, y que reúna los siguientes puntos:
SILUETA FAVORECEDORA:
- Me niego en redondo a llevar hombreras de jugador de rugby, a parecer un globo, a ir embutida como una salchicha o a parecer que me he vestido con la ropa de mi padre.
- Me niego a ir vestida con un estilo sofisticado que no me va en absoluto, o con zapatos incómodos, o con algo que me haga estar más pendiente de lo que llevo puesto que de lo que estoy haciendo mientras lo llevo puesto.
- Dicho esto, si soy adicta a los vaqueros, tendré que centrarme en vaqueros bootcut, o pitillo, o pantalones de estilo similar, y minis vaqueras, shorts o bermudas para el verano, todo ello combinado con camisetas o jerseis, ligeramente entallados pero en ningún caso ajustados, con un largo que tienda a la cadera y un escote sencillo que favorezca sin ser incómodo, y en su versión sin mangas, o de tirantes anchos, minimanga, manga al codo o manga larga. Cualquier otra opción, queda descartada.
COLORES VERSÁTILES:
- Colores suaves en la gama de los tierra y cualquier otro en su versión jaspeada, o para entendernos, con un toque ligeramente grisáceo. Se admiten los blancos y negros en todas sus versiones. Y lisos, siempre lisos, sin estampados de ningún tipo.
- Estos colores permiten pasar del verano al otoño con la misma prenda y sin desentonar. Favorecen a todo el mundo y dan un toque más sofisticado a una simple camiseta.
- Como consecuencia, quedan desterrados de mi armario todos los colores vivos y básicos, más propios de la decoración de una guardería que del vestuario de una persona adulta, al menos en el ámbito de las camisetas y los tops de todo tipo.
CALZADO:
- Con este estilo básico y "descomplicado" combina perfectamente el calzado plano o con cuña y los tacones anchos.
- Están fuera de lugar los zapatos complicados y los tacones finos e hiper altos.
COMPLEMENTOS:
- El toque chic recae sobre los complementos, que deben reunir un buen nivel de calidad y diseño, prestando especial atención a los materiales.
- Tanto el bolso como los zapatos han de ser de piel.
- Se puede aportar un toque de color con un pañuelo o fular, y complementar el "look" con un buen reloj, cinturones, un colgante o collar y un anillo que llame la atención.
- En cuanto al aspecto personal, ni que decir tiene que una melena bonita y limpia, un maquillaje suave y una piel cuidada, son imprescindibles para transmitir una imagen con clase.
Y bueno, siguiendo estas sencillas reglas, se puede vestir con estilo y comodidad de la mañana a la noche y en cualquier ocasión que no requiera un cuidado especial:
- Con unos vaqueros pitillo, una camiseta ligeramente amplia de color negro y minimanga, unas sandalias étnicas de cuero natural y piedras de colores, un bolso de piel en bandolera y color cuero y un colgante de plata repujada con un anillo grande a juego.
- Con unos shorts vaqueros, un jersey fino y suelto de escote barco en color crudo y manga al codo, un cinturón joya, unas sandalias de cuña, y un bolso pequeño con cadena.
- Con una camiseta de tirante ancho, en color verde hoja, combinada con un collar llamativo de dos vueltas, unos vaqueros bootcut, unas sandalias joya sin tacón y una cartera negra de piel.
- Lo mismo pero con bermudas y bolso en bandolera.
- Con una mini vaquera, sandalias romanas, y camiseta en beis con escote pico y manguita corta, un colgante de cordón largo y un pañuelo a modo de cinturón, combinado con un bolso de piel blanda y asas largas en color gris.
- O simplemente con unos vaqueros, una camiseta, unas sandalias bonitas y un buen bolso. ¿Para qué más?
(Las minis y el short son de La Redoute, la camiseta verde de escote barco es de Coronel Tapiocca, y el resto son de Mango).
Comentarios
En mi armario no hay nada extraño, sólo cosas cómodas que combinan con casi todo. Si alguna vez voy a un bodorrio me busco un vestido largo que me favorezca, si me tapa los pies mejor, porque así llevo en ellos lo que me dé la gana con lo que esté comodísima. A la calle, al curro, incluso los findes... vaqueros de distintos tipos y pantalones turcos. Vestidos largos o cortos MUY cómodos. Camisetas de todas clases. Sandalias ¡o chanclas! que combinen bien. Si me apetece llevar súper tacón, que me encantan y odio a la vez por razones obvias, los llevo cuando preveo que andaré muy poquito. Y punto. Complementos a punta palustre, el pelo arregladito, el maquillaje suave, la piel brillantita... Y voy siempre maravillosamente cómoda y guapa.
La ropa no sirve para que los demás sepan cuánto dinero tienes ni cuánto ves Sexo en Nueva York ni a cuántos diseñadores conoces. La ropa sirve para estar cómoda mientras muestra aspectos positivos de tu personalidad, y mientras no pareces una cateta en una fiesta, y mientras nadie te mira por doquier porque estás llamativísima, sino porque ERES llamativa. ¡Y ya está! Es como la vida misma: se trata de estar a gusto y no complicársela con estupideces.
La ropa de La redoutte me gusta en general, aunque a veces veo cosas que no sé cómo cuestan más de tres euros.
Vanna Lulu firma.
Desde luego, la moda es interesante, pero es absurdo planteársela como una esclavitud, en lugar de como un arte a nuestro servicio, como tú has dicho.
Para regalarse la vista y soñar un poco, está muy bien. Pero complicarse la vida en nombre de la moda es una soberana estupidez. Resulta significativo que las modelos, actrices, etc., que tienen a su alcance todos los trapos del mundo, luego confiesen que su uniforme favorito son los vaqueros y las camisetas. Por algo será, no?
Lo de sacar tanta cosa de La Redoute es por la comodidad de encontrar fotos de prendas básicas que ilustren las entradas. Son sólo una sugerencia. Es que buscar en imágenes de google es un rolloooo!! :)
V.L.D.
Mis felicitaciones pues de nuevo has bordado el post.
A mi al igual que a tí cada vez veo más superficial el pasar tanto tiempo pendiente de lo que me voy a poner, de que tengo que ir a comprarme esta blusa o este cinturón para que me combine con aquello, de que .... buff siempre hay algo.... y la de tiempo que se pierde y la de cosas que se dejan de hacer .... pequeños placeres tan simples como un paseo al atardecer o leer un buen libro se posponen por estas frivolidades.
En este aspecto me ha ayudado mucho el leer el libro "El arte de simplificar la vida" de Dominique Loreau un magnífico compendio de la filosofía zen aplicada al día a día y como no a la estetica femenina.
Me han gustado mucho tus consejos y te animo a que sigas por esta línea.
Ananda (que no Amanda significa "Felicidad" en sáncrito)
¡Menos mal que tenemos el blog! Estupendo el post, y también acorde con mis propias reflexiones de los últimos tiempos. Simplificar, simplificar... qué difícil es a veces...
Feliz rentrée a todas.
Ananda, pues qué nombre tan bonito, no? Muchas gracias! y eso que cuando la escribí pensé "la gente me va a mandar a paseo por poner algo antimoda en un blog supuestamente de moda..." No me esperaba ni un comentario positivo. Me alegra comprobar que estos quebraderos de cabeza no los tengo sólo yo. Habrá que tener en cuenta ese libro que comentas.
Coposdelana, no hay nada que me hiciera más ilusión que escribir una columna en algún sitio...! pero desde luego, como tú dices, con esta temática voy por muy mal camino. Así que seguiremos llenando de contenido el blog, que además tiene como aliciente saber qué opina la gente que lo lee. Y me encantan vuestros comentarios :)
Gracias!
Estoy de acuerdo con el tema del post, pare q gastarse una pasta para lucir una prenda q al final la gente q la conoce ya la tiene aburrida, y los q no entienden de moda no la saben apreciar? Y con la q normalmente no se está del todo comoda??
erlineli
Pues sí, después de un verano en el que sólo apetece estar en biquini flotando en el agua, cualquier otra preocupación pasa a un segundo plano (y más cuando ni siquiera son auténticas preocupaciones). De pronto se le encuentra sentido a muy pocas cosas.
Supongo que en cuanto pasen unos días todos estos sentimientos se relativizarán un poco, pero personalmente espero que no se me olviden del todo.
Al ver tu comentario me he pasado de nuevo por el blog, no sé qué pasa en mi lista de enlaces que no se actualiza cuando subes una entrada nueva :(
Como de costumbre, me ha encantado la de hoy y ¿sabes? Has expresado algo que también llevo en el pensamiento desde hace tiempo, procuro adaptar lo que llevo a como soy, y prescindir de la esclavitud de las tendencias en la medida que soy capaz. Lograr lo que te propones en el post es un triunfo, ánimo!
Lo de los colores vivos, yo igual. Veo a mi alrededor chicas que se vuelven locas por los colorines, combinados como más raramente te puedas imaginar, y a mi los tonos chillones no me han gustado nunca. Odio los colores "planos", que no lisos. Me gustan los colores con riqueza de matices, los medios tonos, más o menos alegres o brillantes, resultados de mezclar colores básicos, pero no el parchís!. Las texturas también me gustan, el punto, bien trabajado, los relieves, los jaspeados. Y no sé si casualmente también prefiero mil veces antes los lisos que los estampados, dejando aparte que son más combinables, me siento mejor en ellos, y me favorecen.
He podido comprobar que año tras año, temporada tras temporada, tendencia tras tendencia, eso siempre regresa a mi. En conclusión...eso forma parte de mi, yo soy así. Me siento feliz cuando me dejo llevar por mi misma, entonces es cuando visto realmente a gusto, entonces es cuando llevo mi ropa y no la ropa me lleva a mi.
En general coinciden nuestros criterios. Un placer leerte!
Saludos
María, ya he visto que tenemos gustos muy parecidos. En parte por lo que muestras en tu blog y en parte por tus comentarios. Estoy de acuerdo contigo, no me gustan los colores planos. Es que además, estoy convencida de que no favorecen a nadie. Salvo el blanco y el negro, que son caso aparte, los colores básicos y chillones no acaban de cuajar con ningún tono de piel.
A mí me encantan los que tienen un toque de beis, o de gris, o de marrón... El azul grisáceo, el verde agua, el rosa palo, el amarillo vainilla, el camel, el gris perla, el gris marengo...etc...
Me gustan los colores con nombre y apellido! :D
Como ejemplo, algo que acabo de recordar: no sé si alguna habrá pensado lo mismo, pero normalmente los catálogos de moda del Corte Inglés, tipo semana fantástica y esas cosas, son feos con avaricia. Parecen anclados en los años 80 o 90 y sacan cosas que tiran para atrás: todo en azulón, rojo chillón, fucsia, estampado pata de gallo y hombrerotas. Y en cambio, luego llegas allí y te encuentras cosas monísimas! nada que ver con el catálogo.
No sé...es que siempre me ha llamado la atención. Quién hará el catálogo???
Vanna Lulu dijo.
Me río porque no me lo creo, claro. Pero ha tenido gracia.
Un besito!
Un beso! y que te lo pases genial en tus vacaciones...! Septiembre es un mes ideal para cogerlas. :)