Superposiciones: manual de uso

Me encantan las superposiciones. Me parecen divertidas e inspiradoras, y una forma tremendamente imaginativa de sacarle partido a la ropa. Pero creo que es una técnica difícil de dominar. Y es que mucha gente afirma que le gusta vestir de este modo, pero no todo el mundo consigue el efecto deseado. ¿Y cuál se supone que es ese efecto deseado? Para lograr un buen resultado, lo primero que tenemos que hacer es definir el concepto.

¿Qué son las superposiciones? El diccionario de la Real Academia Española nos aclara que "superponer es añadir algo o ponerlo encima de otra cosa". Pues bien, a veces nos vestimos siguiendo al pie de la letra la definición de la RAE, y parece que nos ha vestido nuestro peor enemigo...y es que a estas alturas ya sabemos que el mundillo de la moda y del estilo es algo más complejo de lo que aparenta, y las palabras cambian de significado, o sencillamente, hilan más fino.

Así que, para entendernos, las superposiciones no consisten en echarse encima sin orden ni concierto todo lo que nuestro cuerpo sea capaz de soportar. No, chicas, no. Se supone que queremos que parezca que hemos cogido al azar y con prisas cuatro o cinco prendas de nuestro armario y nos las hemos colocado de cualquier manera, despreocupadamente, porque en realidad nuestro aspecto no nos importa. Y por gracia divina, el resultado ha sido fabuloso, increíblemente favorecedor y extrañamente conjuntado.

Y ahí está precisamente la gracia de superponer prendas: en hacer creer que somos así de estupendas de manera natural, cuando en realidad nos hemos pasado media hora seleccionando la combinación perfecta para dar ese aspecto descuidado y encantador.

Pero para aprender a mentir de ese modo tan descarado, tenemos que entrenarnos. Nadie nace sabiendo...bueno, quizá sí, pero a la mayoría de nosotras nos hace falta aplicarnos un poquito y observar detenidamente para aprender de los aciertos de gente más experimentada (entre la que yo no me encuentro). Y como a nadie nos viene mal una ayudita (a mí la primera), vamos a ver qué puntos deberíamos tener en cuenta para conseguir un mejor resultado:

• Las superposiciones consisten básicamente en ponerse varias prendas y conseguir que todas ellas se luzcan. Es decir, si te pones cuatro cosas encima, debes combinarlas de manera que le des protagonismo a todas ellas. Por ejemplo, técnicamente y según la RAE, estarías superponiendo si te pones cinco camisetas debajo de una enorme chaqueta y te subes la cremallera hasta la nariz. Pero está claro que no te servirá para nada, estilísticamente hablando. Si sólo se ve la chaqueta, ya te has colado. Vas a tener que volver a empezar.
• No basta con que des protagonismo a todas las prendas. También debes tener en cuenta que las prendas de tejidos más gruesos estén en las capas superiores. No queda bien que te pongas una finísima y semi transparente camisita encima de un jersey de ochos. En las propuestas de Hoss Intropia que aparecen en la siguiente foto, puedes apreciar el efecto por ti misma. Por lo menos, a mí no me gusta la opción del jersey rojo de lana bajo el top lencero ni la camisa de flores sobre el jersey marrón...

• Si los tejidos son diferentes pero de similar grosor, podrás poner cualquiera de ellos encima. Pero nunca uno grueso bajo uno fino. Parecerá que tienes michelines por todas partes.
• Igual pasa con la rigidez de las telas. No te pongas una camisa rígida y tiesa debajo de una fina camiseta, o de otra camisa más suave. Hará un efecto muy feo.
• Otra idea a tener en cuenta: para que las superposiciones tengan gracia, deben sobresalir las prendas inferiores por debajo de las superiores; faldones, mangas más largas, pantalones bajo faldas cortas...Es decir, la prenda más grande, o de más superficie, debe ir debajo. Esto es de lógica, ya que si te la pones en la capa superior, será la única visible. Kirsten Dunst y Julianne Moore nos dan dos buenos ejemplos en estas imágenes.

• Cuida la elección de los colores. No sirve cualquier prenda. Procura no combinar colores que no peguen, o estampados anodinos, o llenarte de colorines de la cabeza a los pies. Juega con los colores pero con criterio. Si te pones un top estampado, combina otra prenda lisa con colores similares, como Rachel Bilson en la siguiente imagen.

• Potencia el efecto de las superposiciones llevando prendas abiertas, cuellos desbocados, escotes amplios...Todo lo que te ayude a dar protagonismo a la prenda de debajo aun llevando varias encima, será una buena elección.
• Y por último, que no se trata de apabullarse con un montón de reglas difíciles de seguir, recuerda tener en cuenta las proporciones. Guarda un equilibrio. No te vayas poniendo prendas más cortas a medida que sumas capas porque parecerá que acabas de salir de la lavadora después de un programa de agua caliente. ¡Que no te quede como si llevaras la ropa pequeña!. Si acortas mucho en las prendas de la mitad superior (de cintura para arriba), usa prendas más largas en la inferior. Así conseguirás una figura equilibrada.

Y para terminar, algunos ejemplos, que sé que os gustan:

• Combina un minivestido de manga cortita con un chaleco más corto de punto y de cuello amplio de pico, unos vaqueros pitillo y una chaqueta de manga tres cuartos.
• Ponte dos vestidos juntos, el de debajo más largo y con manga, y el de encima de tirantes, de modo que sobresalga el otro.
• Juega con la opción anterior, combinando dos vestidos finos, uno liso y otro estampado, o dos estampados, por ejemplo de florecitas pequeñas.
• Igualmente puedes probar estas combinaciones con distintas faldas.
• La opción más vista, dos camisetas juntas. Pero juega con el color, y consigue efectos divertidos. Por ejemplo, combina rayas y rayas, de diferente color. O una camiseta de manga corta y estampada sobre otra de manga larga y lisa, pero con el mismo color base.
• Otra opción para camisetas superpuestas sería una camiseta muy amplia y con cuello desbocado, llevándola remangada a la altura del codo, y sobre otra camiseta de manga larga también, pero más ceñida.
• Usa chalecos encima de vestidos, tanto abiertos tipo traje, o cerrados de punto. Combina estas dos prendas con pantalones.
• Combina chaquetas de manga francesa (al codo) con jerseis, camisetas o camisas de manga larga.
• Las mini rebecas o boleritos son una opción perfecta para las superposiciones.
• Los jerseis de manga al codo y de manga corta quedan muy bien sobre blusas vaporosas o camisetas más finas de manga larga.
• Si te gusta la opción leggins, ya conoces la combinación de éstos con falditas y vestidos cortos.

Y ya sabes, siguiendo este sencillo esquema, puedes experimentar sin miedo y comprobar que las opciones son infinitas. ¡Diviértete!