Hoy me apetece escribir algo, pero no tengo ninguna idea concreta que me motive lo suficiente como para pasarme hora y pico pegada al teclado, y más sin saber exactamente a quién va dirigido lo que escribo. Así que como me he levantado melancólica, y me siento amparada por la sensación de seguridad que da el anonimato, he decidido que voy a escribir lo que sea que me pase por la cabeza...y que al menos en parte pueda tener alguna relación con la moda.
A ver...en todo este año que llevo consultando blogs de moda, creo que he aprendido mucho. Bueno, básicamente me he dado cuenta de lo amplísimo que es el universo de la moda y de lo poco que sé. Me he topado con verdaderas eruditas del tema, y con otras personas que tan sólo quieren compartir su día a día con gente con la que comparten intereses.
Pero, pese a darme cuenta de lo poco que sé, también he salido con mi personalidad reforzada. Esto de la moda se puede ver desde dos puntos de vista: o bien pretendes convertirte en una entendida y seguidora de tendencias, o bien sólo quieres tomar ideas y descubrir estilos diferentes hasta dar con el tuyo.
La primera opción me parece fascinante, y me entretiene una barbaridad leer y leer comentarios de gente que sabe de lo que habla. Gracias a ellos, me he percatado de que la moda es mucho más que hablar de modelitos. No deja de formar parte de la historia de la humanidad. Genera muchísimo movimiento en todo lo largo y ancho del globo. Y es digna de estudio esa inquietud permanente que nos mantiene incansables en la búsqueda de un estilo personal. Porque al fin y al cabo, de lo que se trata, creo yo, es de dar con ese estilo mágico que nos proporcione la seguridad que necesitamos para enfrentarnos a los diferentes retos que nos propone el día a día.
La segunda opción, sin embargo, me parece menos trascendental pero más cercana a mí. Me gusta aprender de una y otra, y ver con ilusión que voy aprendiendo poco a poco a adaptar las tendencias a mi forma de ser. Ya he llegado a ese punto en que conozco casi a la perfección qué estilo me sienta bien, y lo que es más importante, qué estilo me hace sentir cómoda y segura en mi piel.
Y soy consciente de que hay muchísimos estilos igualmente válidos, ya que no pretendo que lo que me gusta a mí le guste al resto de la gente. Pero también soy consciente de que mi estilo resulta. Me va y me identifica. Soy capaz de admirar el gusto de otras personas, pero también de saber que eso mismo quizá a mí no me haría sentir cómoda.
Una cosa que he observado y que me gusta, es que la gente que me conoce tiene muy claro cuál es mi estilo. Incluso más claro de lo que yo misma lo tengo. A veces viendo fotos o escaparates, la persona que me acompañaba me ha dicho con toda seguridad: mira, esto es exactamente tu estilo. Y lo más gracioso es que es cierto.
Y bueno, entrando un poco más en materia y dejándome de reflexiones etéreas, puedo afirmar qué es lo que me gusta y qué no, en qué errores no volveré a caer y con qué me siento disfrazada:
- En primer lugar he descubierto que por regla general, no me gustan las camisas. Así de tajante. Me gustan únicamente cuando puedo llevarlas solas, remangadas, de forma despreocupada. El resto del tiempo me siento encerrada en ellas, me agobian. No soporto los cuellos rígidos, y menos cuando tengo que ponerme otras prendas encima. Y me siento demasiado masculina con cualquier combinación que implique llevar camisa.
- Por contra, me encantan las camisetas. Y he descubierto que pegan con todo. Tienen el estilo que una les quiera dar. Combinan perfectamente con "blazers", con chalecos, con pantalón masculino. Y van con mi estilo más informal.
- No me veo con faldas largas. Creo que la falda de largo a la rodilla es un valor seguro que nunca me hará quedar mal. De ese largo me gustan de cualquier forma, con vuelo, tipo enagua, tubo... Y también me gustan las minifaldas. Además, adoro las faldas vaqueras, mini o a la rodilla.
- Las botas planas me parecen un descubrimiento maravilloso. Me gustan camperas y de ante. Creo que le quitan el aire ñoño a cualquier cosa, y te las puedes poner hasta con vestidos románticos, y faldas vaporosas. Y son el complemento perfecto para una minifalda.
- Me gustan las bailarinas, pero para el verano. En invierno me siento descompensada. Con pantalón estrecho tipo pitillo me gustan más los botines, pero no por fuera del pantalón, sino por dentro.
- Soy una loca de los zapatos. Qué novedad, ¿verdad? pero ni puedo ni quiero dejar este vicio. Creo que los zapatos reflejan la personalidad como ninguna otra parte del vestuario. Tengo realmente montones de zapatos. Con tacón, sin tacón, sandalias de mil formas, botas, botines...de todo. Y con lo que más cómoda me siento es con los de tacón medio...aunque tengo por ahí algunas sandalias de tacón de vértigo que me encantan.
- Los bolsos me gustan, pero a veces me agobia eso de tener que ir a todas partes con las alforjas colgadas. Disfruto de la libertad de ir sin bolso...de vez en cuando (lo cual no significa que no me los compre).
- No consigo sentirme cómoda con el pantalón por dentro de las botas. Es como si a mis piernas les faltara el aire. En cambio he descubierto que me gustan las bermudas con botas de caña alta, pero siempre planas.
- El pantalón pitillo me gusta con bailarinas o sandalias, o en invierno con botín...ya que unas botas no me caben debajo.
- El tipo de vaquero con el que más cómoda me siento, aunque parezca estar al margen de las modas, es el de corte bootcut. Estrecho de muslo y ligeramente más ancho de rodilla para abajo. Pero sin llegar a ser ancho ni campana. Esto tiene su lógica, ya que debo de ser el único ser humano de sexo femenino que no lleva las botas por fuera, así que por fuerza, necesito que me quepan bajo el pantalón : )
- No me gustan las camisas clásicas, pero en cambio me encantan los blusones románticos o hippies. Y las blusas vaporosas. Me encanta ese toque femenino.
- Adoro los cárdigans envolventes, las chaquetas de lana, las rebequitas con tops femeninos y ligeros. También los jerseis. ¡Soy friolera!, por eso nunca iré sin medias en invierno. Me tiene sin cuidado que de pronto alguien haya decidido que no se llevan (es un misterio para mí).
- No me gustan las medias de colores para mí, salvo en negro tupidas o menos tupidas en negro o cualquier otro color oscuro. Pero me gusta cómo quedan las medias tupidas de colores si los zapatos son del mismo color.
- Nunca he usado leggins, y dudo que lo haga. Sin embargo, la opción con botas me tienta.
- Las bermudas son maravillosas. Así, sin más. De todo tipo de géneros. Pero rectitas, nada de las faldas pantalón de antaño.
- A Dios pongo por testigo de que jamás volveré a llevar hombreras. Las lleve su excelencia la Srta. Moss o quien se tercie. Me resbala. Las odio.
- Me gusta el pelo largo (sin pasarse), brillante y natural, y con un aire ligeramente despeinado. Tengo una relación de amor odio con los flequillos. Sigo a la búsqueda del flequillo perfecto.
- Huyo del maquillaje excesivo. Me gusta tener buena cara, pero sin que se note. Además, me toco mucho los ojos y la cara, y si me pintara a conciencia, al final del día parecería el Joker de Batman.
- Me gusta llevar las manos cuidadas, pero no me gustan las uñas largas. Las noto. Siento que están ahí, y no puedo con esa sensación. Necesito llevarlas cortas para no tenerlas presentes todo el día.
- Sigo buscando la cazadora de cuero ideal para mí. De momento, soy más de "ante".
- El negro no es mi color (aunque tenga el clásico LBD, como todo el mundo). Soy más de marrón chocolate. Y me gustan los colores pero suaves, apagados, o pasteles. Son los que me favorecen. Jamás llevo nada de colores brillantes: amarillo canario, azulón, verde loro...Nunca.
Comentarios
Y estaré encantada de visitar tu blog, gracias por la invitación! en cuanto pueda, me paso.
Besos!
Gracias por tus ánimos!
Qué más? Tampoco me gustan las faldas largas, ni el maquillaje excesivo, ni llevar las uñas largas (no lo soporto).
A veces me dan envidia los niños pequeños, porque tienen las ideas muy claras. No se dejan influir por marcas o tendencias, y no les de miedo ir a su aire. Si algo les gusta, querrán ponérselo mil veces. Y si no, ya puedes cantarle los cinco lobitos con los dedos del pie, que no conseguirás que cambien de idea.
Vanna Lulu dijo.
Nada, nada, cada una que se ponga lo que le haga sentir más cómoda...y más favorecida. Porque mira que hay modas que madre mía! :S
vanna Lulu dijo.