Esta mañana te has mirado al espejo y te has notado un tono grisáceo en la piel, los ojos sin brillo, un par de canas que no estaban ahí la semana pasada... Has perdido el apetito y sientes un cansancio generalizado que no parece querer despegarse de ti... Pero haciendo un esfuerzo sobrehumano te has acercado al armario y has tratado de ser positiva buscando una nueva combinación sorprendente e ilusionante con las prendas que tienes allí apiladas.
Querida mía: está claro. Ha llegado el momento de salir a que te dé el aire y a darte un caprichito, ¡porque no sólo de reciclaje vive la mujer!
Bueno, bueno, que no cunda el pánico, que no voy a aconsejarte que te gastes el sueldo en una tarde de locura consumista, qué va. Ya sabes que eso va en contra de mis más arraigados principios y lo que es más importante, de la filosofía de este blog.
Pero tampoco hay que dramatizar. Yo creo que después de unos cuantos días de frenar nuestros más salvajes impulsos malgastadores, y de exprimir las posibilidades de algunas de las prendas habituales de nuestro vestuario, nos hemos ganado un momentito de compras. Y como cualquier ocasión es buena para aprender nuevas pautas de comportamiento que nos ayuden a sentirnos más conformes con lo que tenemos, y en consecuencia, a rentabilizarlo al máximo, os apunto una serie de consejillos que yo me estoy aplicando a mí misma y que creo que nos pueden ser útiles para eliminar nuestra tendencia a acumular prendas inútiles en el armario.
Bueno, más que consejos, es mi punto de vista sobre cómo debe ser una buena salida de compras, para lo cual, me baso en mi experiencia, es decir, en mis numerosos errores y en mis pocos aciertos (bueno, bueno, tampoco es eso). Y es que una vez más, repito que no soy nadie para dar consejos. Sólo pretendo aportar ideas con la esperanza de que algunas os puedan ser útiles.
Pues bien, vamos a ello:
- En primer lugar, fíjate una cantidad límite, para que luego no tengas que lamentarte de haber tirado por la borda tanto esfuerzo de ahorro y buenos propósitos. Mejor si llevas el dinero en efectivo. Duele más gastarlo. Esto es algo que no sólo hay que hacer en época de rebajas. Es bueno tenerlo presente todo el año.
- Ponte guapa. Y dirás ¿para qué? pues porque sí. No pretendo poner en duda que vayas guapa todos los días, pero para ir de compras más aún. Es importante que tengas la autoestima en plena forma, no sea que caigas en la tentación de aliviar tu ánimo bajo gastando a lo loco. Si sales de cualquier manera, con el pelo hecho un desastre y sin depilar, no te verás bien, pensarás que la culpa es de la ropa que tienes y acabarás comprando cualquier cosa pensando que ésa es la solución.
- Vístete con algo que te siente realmente bien. Ve cómoda pero con algo que te haga sentir segura de ti misma. Te hará tener bien presente cuál es el estilo que te gusta y te ayudará a no flaquear, dando palos de ciego, y dejándote aconsejar mal.
- No compres media tienda. Ten claro que no puedes tener todo lo que te gusta. Ésa es parte de la gracia. Es lo que te ayuda a valorar lo que tienes y lo que compras, no dejándolo olvidado en un rincón a las primeras de cambio. Así que es mejor que te compres sólo una o dos prendas.
- No vayas con una idea fija, porque eso hará que te pierdas un montón de buenas oportunidades. Y luego llegarás a casa doblemente frustrada: por no haber encontrado lo que llevabas en mente y por no haberte comprado ese vestido tan precioso que has visto pero que no entraba en tus esquemas mentales.
- Importantísimo: compra algo que de verdad te haga ilusión. Algo que te encante, que te siente de fábula. Sea lo que sea. Una buena base para tener un vestuario bonito, que te ilusione y al que le saques muchísimo provecho, es que esté compuesto por prendas preciosas. Por pequeños tesoros. Nada de mil camisetas del mismo modelo y diferente color que compraste en un arranque de practicidad, y que al final evitas ponerte. No, más vale un top bonito con el que te sientas realmente favorecida y que siempre te quede bien.
- Ten en mente qué tipo de cosas no te sientan bien, basándote en tu propia experiencia. Con eso evitarás caer mil veces en el mismo error.
- Ojo: teniendo claro qué cosas no te quedan bien, no tengas prejuicios con las demás. Pruébate cosas que nunca te hayas probado (si te gustan, claro) porque a lo mejor descubres un nuevo estilo que te favorece y que desconocías. Pero sé sincera contigo: ¿te atreverás a ponértelo? si crees que no, no lo compres.
- No te obsesiones buscando cosas que puedas combinar con lo que ya tienes. Hoy día, en pleno reinado del pantalón vaquero, es casi imposible que te compres algo que no combine con nada. Si vas pensando en cumplir una lista mental, o en comprar algo especialmente práctico, lo más probable es que compres algo que realmente no te guste y que además, seguro que no te hacía ninguna falta. Porque ¿quién de nosotras no tiene ya ropa para cualquier situación? A menos que un ciclón haya arrancado tu casa y se haya llevado todas tus pertenencias, olvídate un poco del sentido práctico y relájate.
- Ante la duda, no compres. Así de claro. Nada de "bueno, luego si acaso, lo devuelvo". No. Pasa de comprarlo, directamente.
- Una vez más, confía en tu criterio: tú sabes si te gusta o no. Tú sabes si te queda bien. Sé objetiva. Y si te gusta a ti, no pidas consejos. El gusto es algo muy personal, y no sirve de nada llevarse algo del gusto de la dependienta pero que no te vayas a poner ni loca. Si te equivocas, al menos que sea convencida de lo que haces, no porque te lo haya dicho otro. Tu gusto vale tanto como el de cualquiera.
- No pierdas la cabeza: el algodón 100% siempre será algodón 100%, lo venda Calvin Klein o Ferry's. Y lo sintético será sintético aunque sea un diseño de Versace. Que no te timen. No te dejes enredar por las marcas y la publicidad. Sé sincera: ¿realmente ese bolso que tanto deseas te gustaría tanto si lo vendieran en la tienda de tu barrio y no llevara el logo de Chanel aunque fuera el mismo? ¿no? pues entonces será que lo que te atrae es la marca, no el diseño y la calidad. Tú misma.
- No te obsesiones buscando clones y cosas así. Repito: compra lo que te guste, ni más ni menos.
- Un pequeño truquillo: lleva un espejito pequeño en el bolso. Resulta muy útil para mirar cómo te quedan los pantalones por detrás. Así evitarás sorpresas desagradables en casa.
- Si no hay espejo en el probador, puedes hacerte una foto con el móvil y echar un primer vistazo antes de salir y mostrarte al mundo (mira que se pasa mal con eso...). A lo mejor después de verte, decides que no merece la pena.
- Y recuerda, casi en cualquier tienda puedes encontrar un pequeño tesoro. Si tienes claro que la calidad está en los materiales, los diseños y los colores, da igual donde busques. Es falso que barato sea sinónimo de mala calidad y falta de estilo. Para eso tienes ojos y sentido común.
- Y ahora que ya has encontrado una pequeña joya, ¡póntela tanto como te apetezca! y disfruta con ello. Cuanto más te las pongas, más te gustará y más la aprovecharás.
¿Se te ocurre alguna otra recomendación que debamos tener en cuenta?
Comentarios
De tus consejos, hay unos cuantos que yo hago, para ir a comprar me pongo "guapa" y así me engaño diciéndome... "si lo que llevas es más bonito", aunque a veces no consigo engañarme, jaja. También llevo un espejo en el bolso para verme por detrás. Y si dudo un poco sobre si comprármelo o no, caso siempre opto por el no, si sigo pensando un par de días en esa prenda... vuelvo. Son consejos de mi madre que es muy lista!!
¿te vas de puente?? Besicos.
Y si en la etiqueta veo lavar a mano o en tintorería, lo cuelgo en la percha y a otra cosa!!
Enhorabuena porque trabajas mucho los posts y das muy buenos consejos!!
Besossssssssss
Aunque bueno, algunas cositas las hago...reconozco que soy un desastre....cuanto tengo que aprender de este post...jijiji, en serio.
gracias.
feliz finde, besitos.
Muy buenos tus consejos, vaya que sí :) Me ha gustado eso de mirar la etiqueta por si hay que lavarlo a mano. Yo alguna vez lo he hecho, pero la verdad es que se me suele olvidar, y menuda gracia luego... Me lo apunto! lo de esperar dos días a que la idea madure sí lo sabía, pero para eso hace falta un temple que yo no tengo... :P Me paso los dos días con un desasosiego...!
En cuanto a las listas, he puesto que es mejor no obsesionarse, porque una de las últimas veces fui con una idea fija, buscando una blusa concreta y después de patearme todas las tiendas habidas y por haber, no la encontré, y encima no me compré nada más! así que por eso me niego a las listas. Disfruto mucho más cuando me dejo llevar. Eso sí, con cabeza. Compro cosas más bonitas!
Tu madre es muy lista, son buenos consejos!
Hola, Pru! jajajaja, me ha hecho gracia lo de la niña del Exorcista, jaja. Sí es verdad. Eso de retorcerse a mirar no da muy buenos resultados. Porque además, si te queda bien estando retorcida... a lo mejor no te queda bien en posición normal! ;)
Gracias, Namy! qué bien, gente nueva :) Sí, sí, yo también me apunto lo que digo, porque muchas cosas aprovecho que las escribo en el blog para tenerlas bien presentes y no meter más la pata, porque no siempre he cumplido eso, eh? pero quiero hacerlo!
Ah, por cierto, Belinda, sí, me voy de "Puenting" tarantino. Quería escribir otra entrada antes de irme, pero creo que no me va a dar tiempo.
Muchas gracias por pasaros y comentar!
Un beso :)
Primero, me encanta tu blog, ayer me lo lei de cabo a rabo, y hoy he vuelto!!
Segundo, ay, tienes más razón que un santo, yo compro más y mejor cuando no llevo ideas, ni lista, como tu dices, cuando voy pensando en algo, no lo encuentro, veo cosas que me gustan, no las cojo, sigo pensando en ellas, que sabia es mi Belinda, me decido, vuelvo y.... NO ESTÁAA, ahora mismo estoy en procesos de que me pase eso con un vestido de Blanco, ayyy, como me arrepiento de no haberlo comprado!!!
Tb muy de acuerdo que la calidad no tiene que ver con el precio, en realidad estoy de acuerdo en tooodo.
Que sepas que te estoy haciendo caso y estoy intentando aprovechar y CONOCER mejor a ese gran desconocido que es mi armario, ya veremos que tal.
Besos
Pues sigue atenta, porque después del puente, vuelvo con muchos más truquitos y recursos para aprovechar lo que tenemos!
Un beso :)
Un beso y gracias por comentar!
Me voy de puenteeeeee...hasta la vuelta!!
Lo del espejito me lo apunto ¡nunca había caído!
del dinero en efectivo, es cierto que te haces mejor una idea de lo que tienes y de lo que no, controlas más los gastos.
lo malo llega cuando te dejas algo en la tienda y no dejas de pensar en ello, al final vuelves!! y de los materiales, los tejidos son fundamentales, yo con excepciones suelo rechazar lo que ya en la tienda está arrugalo y lo que es de tintorería
disfruta de tu puente.
Me han encantado todos tus consejos y aunque algunos yo los hacía, a partir de ahora me fijare un poquito más en determinadas cosas.
besososss.
me acabo de ler tus consejos, sisisisisiis, totalmente de acuerdo y ahora solo falta empezar a cumplirlos, poquito a poco....que esto es duro..........
Enhorabuena por tu blog....si me permites lo voy a poner entre mis favoritos....
Bss
Mabel, muchas gracias!. Hace mucha ilusión saber que todo esto le sirve a más gente :)
Marituka, no sólo te lo permito, sino que te lo agradezco de todo corazón! mil gracias ;)
Bienvenidas, chicas, y muchas gracias por vuestros comentarios!
Un beso.